JULIO
2010. INICIO.
En la cosmopolita ciudad, entre un mundo de gente, habitan familias
burguesas en mansiones de ensueño, rodeadas de lujos, exageraciones
y vidas que parecieran lejanas a la realidad, y así es la familia
Peñalver, conformada por Augusta Lascuráin de Peñalver, quien se
encuentra gravemente enferma, y su hijo Jose María, el cuál es un
prestigioso empresario, hombre recto y firme, imponente y elegante,
exageradamente guapo y asediado por casi todas las mujeres de la alta
sociedad de la ciudad. Con ellos viven Vivian, Edson y Tamara, una,
hermana del esposo de la difunta hermana de Augusta y los otros, sus
hijos, los cuáles ha crecido como primos del hombre y sobrinos
absolutos de la mujer.
La
muerte se presenta en la mansión Peñalver, arrancándole la vida a
Augusta, quien antes de morir suplica a su hijo y a su consejero,
Belisario Riquelme, que no se olviden de la hacienda que vio nacer a
su marido, lugar donde pasaba sus días de descanso también, y en el
cuál está “ella”… a quien deben proteger de Apolonia
Elizalde, la culpable de la muerte de su esposo, al que debe vengar
su hijo, y para ello debe buscar a Edelmira Manquita. Jose Maria no
entiende las palabras de su madre y Belisario le asegura que la mujer
simplemente desvariaba antes de morir. Jose Maria asegura al
consejero que él no puede ir a la hacienda pues sus múltiples
ocupaciones se lo impiden. Jose Maria es consolado por Vivian, su
tía, quien le asegura que la pena le pasará pronto. Tamara también
apoya a su primo, al cuál promete que ellas le ayudarán a salir
adelante moralmente. Jose Maria promete no sentirse mal por la muerte
de su madre, si no intrigado, pues no ha comprendido sus últimas
palabras ni peticiones, Vivian le aconseja a su sobrino que no haga
caso y siga su vida, pues también se avecina su boda con Diana
Abascal, una de las mujeres mas hermosas de la ciudad, a la que Jose
Maria ama con profunda pasión.
Diana
es una mujer de mundo y dueña de bajas pasiones. A pesar de ser la
prometida de Jose Maria, es amante de Edson, primo de éste, con
quien mantiene un tórrido romance de muchos años atrás. Él no
deja de burlarse de lo estúpido que ha sido su primo al nunca
haberse dado cuenta del engaño. Diana, por el contrario, cree que
Jose Maria es un hombre bueno, y el mejor partido para casarse. El
celular de él suena. Es Vivian, su madre, quien le informa que el
tío Maximiliano ha muerto. Tanto Edson como Diana se sorprenden tras
saber la noticia.
Tamara
no se separa ni un momento de Jose Maria, a quien asegura querer con
toda el alma. Él la abraza y le besa la frente, jurándole que
aunque sean primos, siempre la querrá como a una hermana. Ello
destroza el corazón de la joven mujer, pues en el fondo ella lo ama
como a un hombre.
Belisario
y Vivian conversan a solas, pendientes de que nadie los escuche,
sobre “Boca del Diablo”, la hacienda de Maximiliano, el padre de
Jose Maria, a la que ellos jamás han ido. Vivian tiene curiosidad
por saber qué es lo que se oculta en aquél lugar y Belisario
asegura que, si Jose Maria llega a ir a ese lugar, una tormenta se
desatará. Vivian entonces promete que hará que su sobrino jamás
conozca el lugar en el que nació su padre y en el que conoció a su
madre.
En
un pueblo llamado San Martín de la costa se encuentra Boca del
Diablo, una hacienda casi en ruinas casi deshabitada, gobernada por
Macario, el capataz, quien, a falta de dueño, ha tomado el mando del
lugar. Macario recibe la visita de Ruth De la Vega, la hija de una
poderosa hacendada, quien vuelve a hacer una oferta a Macario para
que le cedan el paso por algunas de las tierras de Boca del Diablo.
Macario acepta solo a cambio de una fuerte suma de dinero que
Lisandro Montalvo, padre de Ruth, le da al capataz, por lo que firman
un acuerdo que los beneficia a todos. Ruth, quien es altanera y
orgullosa, se siente feliz de haber hecho el trato y al llegar a casa
se encuentra con Bruno, su prometido, a quien abraza y besa, captando
la atención de toda su familia. Ella le asegura a hombre estar
conmovida pues les ha ido muy bien y en pocos días se unirán en
matrimonio. Ambos se besan.
Maite,
hermana de Ruth, quien se ha hecho monja, se siente triste al saber
la felicidad de su hermana, Asegura a Dolores, su nana, que
quizás ella jamás encontrará la felicidad en ningún hombre,
después de lo que hace tiempo le sucedió. Dolores le pide que sea
fuerte y optimista pues seguramente un hombre se interesará en ella.
Maite asegura que ella ha consagrado su vida a Dios y así será
siempre. Apolonia, su madre, las interrumpe y le asegura a su hija
que, en efecto, entregarse a Dios es lo mejor que puede hacer para
olvidar la vergüenza del pasado.
Jose
Maria entierra a su madre y se pregunta por aquello que quiso decir
antes de morir. Se encuentra con Diana, a la que llena de besos
y flores. Ambos se besan y ella asegura no poder esperar más para el
gran día de su boda. Él le promete que la hará la mujer más feliz
del mundo.
Tamara
habla con su amiga Náilea sobre sus sentimientos hacia su primo.
Náilea considera que esos sentimientos son retorcidos pero Tamara
asegura que en el fondo él no es su primo, pues sus padres nunca
fueron nada. Náilea, al contrario, se siente preocupada por su
esposo, pues a pocas semanas de casarse, huyó a un pueblo a
trabajar, dejándola embarazada.
Por
las calles de San Martín de la costa, caminan dos mujeres: Edelmira
y Apolonia, quienes se encuentran en la iglesia. Allí ambas mujeres
se miran con odio y desprecio. Es Apolonia quien rompe el silencio y
le pregunta a la otra mujer si aún siente remordimientos por todo lo
hecho en el pasado pero la mujer la ignora asegurando no tener
remordimientos por nada. Apolonia la llama asesina frente a todos los
presentes, avergonzándola, pero aún así Edelmira se arrodilla en
el altar del lugar, sorprendiendo a todos. Apolonia, por su parte, se
encuentra con el padre Artemio, a quien asegura que jamás dejará de
odiar a Edelmira por todo el daño que le causó en el pasado.
Edson
no deja de pensar en Diana y asegura que impedirá que ella se case
con su primo, al cuál él detesta por sobre todas las cosas. Tamara
lo interrumpe, llorosa. Le confiesa no querer que Jose Maria se case
con Diana. Edson aprovecha el estado de su hermana para envolverla y
proponerle separar a Jose Maria y Diana.
Ruth
molesta a Maite, a quien asegura que en el convento no logrará
olvidarse del ayer. Le insiste en que acuda a su boda pero Maite se
niega y asegura a su hermana que ella sólo se dedicará a un solo
hombre: Dios. Apolonia apoya a su hija y Ruth les suplica que
recapaciten pero Apolonia insiste y advierte a hija mayor no seguir
los pasos de su padre pues de lo contrario se condenará.
En
un puesto de pescado, la dulce y sensual Camila se encuentra
acomodando todo el marisco que vende. Es sorprendida por Macario,
quien la abraza y toca intentando besarla. Ella le suplica que la
deje pero el hombre se niega. Es cuando Francisco, un corpulento y
sensual muchacho, aparece par defender a la muchacha, exigiéndole a
Macario que la deje tranquila, pues si la vuelve a acosar, le partirá
la cara. Macario se marcha no sin antes jurarle al muchacho que se
vengará de él. Camila agradece a su amigo el haberla salvado de las
garras de aquél malhechor.
Jose
Maria piensa seriamente en las palabras de su madre a pesar de que
Vivian y Belisario le aconsejan que no haga caso de ellas. El hombre
cree que quizás si fuera a San Martín de la costa las dudas se
aclararían. Belisario le hace saber que la hacienda en el pueblo es
un desastre, que está casi en ruinas y no vale la pena ir a ese
lugar. Entonces Jose Maria habla con Alexander, su mejor amigo, al
que le cuenta lo que sospecha. Alexander, al igual que los demás, le
pide a su amigo que se olvide de las palabras de su padre.
Camila
habla con Rufino, su padrastro, quien le asegura que a pesar de todos
sus intentos no ha podido convencer a Edelmira de que vuelvan. Camila
le pregunta entonces qué fue lo que hizo para que su madre no lo
pueda perdonar. Él no responde nada. Camila le cuenta a su padrastro
lo que Macario intentó hacerle por lo que el hombre acude a Boca del
Diablo para abofetear a Macario, al que le jura que si vuelve a
querer propasarse con su hija, lo lamentará. Macario lo golpea peor
a él asegurándole que Camila es una golfa igual que su madre.
Ruth
exige a Apolonia que saque a Maite del convento pero ella se
niega, pues la mujer es exageradamente religiosa. Ruth descarga su
disgusto con Bruno, su prometido, quien le aconseja que deje que los
demás hagan su vida de la manera que quieran. La mujer asegura que a
ella lo único que le importa realmente es ser feliz al lado de él.
Tamara
decide visitar a Diana para hablar con ella y se sorprende al
encontrarla besándose con Edson, por lo que se marcha del lugar sin
que nadie la haya visto. Entonces se da cuenta de que Diana no ama
verdaderamente a Jose Maria.
Maite
se castiga con el recuerdo del pasado, pues alguien la violó y no
recuerda el rostro del malhechor. Llora amargamente pues en el fondo
no quiere dedicarse a servirle a Dios, mas considera que lo que le
sucedió le impide ser feliz al lado de alguien más.
Francisco
trabaja duramente las malas tierras de Boca del Diablo, siendo
siempre molestado por Macario, quien no hace mas que burlarse de él.
El muchacho arma tremendo lío y, decidido a golpear a Macario, se
sorprende cuando éste le apunta con un arma de fuego, asegurándole
que si intenta hacerle algo, lo matará a sangre fría.
Ruth
se presenta en el mercado y en el puesto de pescado se tropieza con
Camila, a la que le pregunta cómo está la golfa de su madre. Al
saber a su madre insultada, Camila se abalanza contra la altanera
muchacha, por lo que ambas se desgreñan.
Artemio
visita a Edelmira, a la que le dice que Apolonia no ha olvidado lo
sucedido en el pasado y que aún le guarda remordimiento, pero a
Edelmira eso no le importa. En ese momento llega Camila, sucia,
enojada. Les cuenta lo que sucedió en el puesto de pescado. Acude a
la hacienda de Apolonia y allí se enfrenta a ella, quien las echa
como a un perro, insultándolas, recordándole a Edelmira a cada
instante que es una mujerzuela. Edelmira le jura que algún día
pagarán lo que hacen, pues todos, Apolonia y su familia, están
malditos.
Bruno
se pasea con Ruth y recibe una llamada que lo pone nervioso. Decide
no contestar pero la mujer le pide que lo haga. ¡Es la esposa de
éste! ¡Náilea! Quien le pregunta cuando volverá a su lado a la
ciudad. Ruth nota nervioso a su prometido, quien asegura que la
llamada fue de un cliente.
Artemio
habla con Maite, a la que le pide que esté segura de lo que desea
hacer. Maite asegura que ser monja la hace feliz y dichosa, pues no
tiene ojos para ningún hombre. El sacerdote le pide que hablen de lo
ocurrido en el pasado pero la muchacha se niega rotundamente. Es
entonces que el día de su noviciado llega y toda su familia acude a
la iglesia. Ruth está completamente molesta pues no tolera que su
hermana se refugie en un convento para olvidar lo que hace tiempo
sucedió.
Lisandro
se ve a escondidas con Nora, su amante, a quien le dice que entre los
dos deben destruir a Apolonia, pues Nora por muchos años ha
trabajado para ella, llevando las cuentas de la hacienda, la cual le
pertenece.
Tamara
le dice a Vivian que Diana no es buena pues engaña a Jose Maria nada
mas ni nada menos que con Edson. Vivian se sorprende terriblemente
por lo que su hija le dice y pide que callen, pues ella hablará
con Edson.
Ruth
se presenta en Boca del Diablo como si fuese su propia hacienda, a
tomar lo que le plazca. Francisco trata de detenerla pero ella lo
azota fuertemente. Cuando él trata de sacarla del lugar, Macario
dispara y le exige que se esté quieto pues los De la Vega Elizalde
pueden entrar a Boca del Diablo cuantas veces quieran.
Una
elegante cena se lleva a cabo en la mansión Lascuráin, pues faltan
apenas unos días para la boda entre Jose Maria y Diana, quien luce
radiante y no deja de comportarse coqueta con su prometido,
incomodando tanto a Vivian como a la celosa Tamara, así como a
Edson, quien mira con odio a su primo por estar a punto de poseer a
la mujer a la que él ama. La velada es agradable, aunque en
ocasiones Diana y Edson se desaparecen para poder estar juntos,
siempre siendo vigilados por Vivian y Tamara, quienes tratan de
controlar la situación.
Ruth
se pasea por el pueblo con Bruno, al que le cuenta que ha recibido su
vestido de novia. Él la besa y le asegura que la hará feliz, pues
desde que llegó a San Martín de la costa para trabajar en un
proyecto y conocerla, lo enamoró.
Jose
Maria ha tomado mucho y Tamara decide escabullirse en su habitación,
donde lo besa y abraza. El le corresponde pero al darse cuenta de lo
que sucede reacciona y le pide que se marche. Tamara le asegura estar
enamorada de él, sorprendiéndolo, por lo que él le pide que no
vuelva a decir lo que ha dicho ni se le acerque tanto, pues solo la
ve como a una hermana y lo que es: Su prima. Ella llora en su
habitación y cree que lo mejor será decir lo que sabe de Diana pero
Edson se lo prohíbe, amenazándola.
Camila
pregunta a su madre porqué ella y Apolonia se odian tanto desde
siempre y la mujer decide callar. Recibe la presencia de Rufino,
quien le suplica que hablen. Edelmira asegura al hombre no querer
tener más que ver con un alcohólico como él, que solo la ha
convertido en el hazme reír de todo el pueblo. Él le promete que no
volverá a probar una gota más de alcohol y regresará al trabajo.
Apolonia
sufre por sus recuerdos, atormentada, y jura que sus hijas jamás
sabrán lo que sucedió hace muchos años.
Bruno
se comunica con Náilea, su esposa, a la que pide tiempo argumentando
estar en un gran negocio del cuál sacará mucho provecho. Es
interrumpido por Lisandro, quien le pide que hablen de sus verdaderas
intenciones con Ruth. Bruno asegura que en cuanto se case, hará a la
mujer la más feliz del mundo.
Ruth
y Bruno se prometen amor. Él le asegura tener mucho trabajo que
realizar en la capital mas ella le jura que cuando se casen él
trabajará para la hacienda y para Boca del Diablo, la cuál también
comprarán en cuanto Macario ceda.
Macario
cuenta todo el dinero que los De la Vega le han dado por dejar usar
la hacienda y sus tierras. Se siente feliz y cree que podrá sacar
mucho provecho ahora que tanto Maximiliano como Augusta ha muerto, o
lo que es mejor: apoderarse de la hacienda. Sube a la habitación
principal, donde se instala.
Pasan
los días y dos bodas se planean detenidamente para alcanzar la
perfección, una en la ciudad y otra en San Martín de la costa. Una
noche antes, Diana recibe en casa la visita de Edson, quien le
suplica que no se case pero ella no hace mas que burlarse de él,
pues no cambiaría a Jose Maria, el dueño de todo un emporio, por su
primo, un pobre insignificante y mantenido hombre sin nada que
ofrecerle. Edson se enfurece y la abofetea, saliendo del lugar
trastornado. Ella no deja de burlarse de él.
Náilea
informa a Bruno que su hijo está por nacer por lo que él piensa en
lo que hará, pues tiene que casarse con Ruth. Náilea le jura al
hombre que si no regresa a su lado, deberá olvidarse de ella y de su
primogénito, por lo que Bruno abandona San Martín de la costa, sin
importarle el futuro de Ruth, quien en casa no deja de expresar su
emoción a su padre, quien espera poder hacer las paces con Apolonia
de una vez por todas, aprovechando la boda de su hija.
Tempranamente
Jose Maria se prepara para salir a la iglesia, donde esperará a
Diana. Vivian se siente nerviosa pues ha tratado de comunicarse con
la muchacha sin que ésta le responda y lo mismo sucede en San Martín
de la costa, pues Ruth ya se encuentra en la iglesia, nerviosa por la
ausencia de Bruno, a quien Lisandro manda a buscar a su hotel, sin
poderlo encontrar, por lo que la mujer lo busca en su celular y no le
responde. Se siente amenazada, pues todos los invitados ya se
encuentran ansiosos por comenzar la ceremonia nupcial. Ruth,
desesperada, asegura que su novio no llegará por lo que sale de la
iglesia para ir a buscarlo ella misma al hotel, a los parques, a los
prados, hasta darse cuenta de que la han plantado, por lo que se
encierra en una oscura tristeza, sin que nadie la pueda consolar.
Apolonia llora por lo sucedido a su hija, asegurando que el pasado
nuevamente se la vuelve a jugar, ahora ensañándose con una de sus
hijas.
Por
su parte, Jose Maria, al saberse plantado en la iglesia, acude al
departamento de Diana, a la que encuentra muerta, por lo que sufre
demasiado por la pérdida de la mujer a la que más ama en la vida,
por lo que se hunde en una gran depresión, a pesar que Alexander,
Belisario y Vivian tratan de reanimarlo.
AGOSTO
2010. SIETE
SEMANAS DESPUÉS: Han pasado casi dos meses y Jose Maria ha insistido
en quedarse en casa, sin poder trabajar ni hacer absolutamente nada
mas que encerrarse en su habitación, contemplando fotos y recuerdos
de Diana. Vivian se siente terriblemente mal por su sobrino, mientras
que Alexander habla con él, asegurándole que no puede seguir como
está, pues debe superarlo todo. Jose Maria está de acuerdo con su
amigo, al que le dice que comenzará una nueva vida donde pueda
olvidarse de Diana y de lo sucedido, por lo que se marchará a vivir
a San Martín de la costa.
Ruth
De la Vega se ha vuelto una mujer amargada y más dura, como su
madre. Acude a Boca del Diablo a hacer su trabajo y allí Macario la
trata con cordialidad. Ella le entrega dinero suficiente y le dice
que en unos días le llevará los papeles que la avalan como la dueña
de la hacienda, la cuál cada día está más podrida y la cuál ella
salvará.
Ni
Vivian ni Belisario están de acuerdo en que Jose Maria viaje al
pueblo pero él lo ha decidido y, con el carácter de un nuevo
hombre, duro y severo, asegura que se hará su voluntad y que no
desea que nadie mas que Belisario y Alexander lo acompañen, sin
avisar a nadie de su llegada, mas ni como hacerlo, ya que la hacienda
no goza ni de teléfono.
Macario
pregunta a Ruth por su puesto en la hacienda y la mujer le asegura
que cuando ella sea la dueña absoluta él será su mano derecha y
recibirá mucho dinero, por lo que ambos saldrán ganando. Macario no
deja de admirarse por la inteligencia de la joven mujer.
Camila
vende pescado junto con Edelmira, a quien le pregunta porqué nunca
tuvo más hijos. Edelmira argumenta que jamás hizo falta. Ahora las
dos están contentas pues Rufino ha reabierto la cantina que hace
años tuvo, y trata de superarse para recuperarlas.
Nora
administra la contabilidad de Apolonia, quien le asegura saber de sus
amoríos con Lisandro por lo que si se entera de alguna traición
suya en lo que a la hacienda se refiere, lo lamentará. Al
marcharse Nora, la mujer habla con el padre Artemio, a quien no deja
de agradecer el apoyar a Maite con su vocación religiosa.
Lisandro
y Regina deciden engañar a Macario con papeles falsos para así
apoderarse más rápidamente de Boca del Diablo. Se los llevan y éste
firma, asegurándoles ser los nuevos dueños de la hacienda. Ruth se
siente satisfecha, pues su voluntad se ha hecho, mas no deja de
piensa en Bruno y el daño emocional que éste le ha causado.
Tamara
sufre terriblemente por la partida de Jose María, mientras que
Edison asegura que fue lo mejor que su primo pudo hacer: desaparecer
de sus vidas y dejarlos vivir como una familia sin él, que siempre
fue un arrimado. Vivian abofetea a su hijo y le asegura que los
arrimados son ellos, que ni siquiera merecieron la ayuda de
Maximiliano o Jose Maria. También le hecha en cara su relación con
Diana, por lo que Edison se asombra asegurando que él no tenía nada
que ver con ella. Tamara asegura que sí y le hecha en cara haberla
matado para que no se casara. Vivian se estremece al escuchar tal
acusación y más aún cuando Edison asegura que, quien asesinó a
Diana, fue Tamara, la cuál estaba celosa porque siempre ha sentido
un amor incestuoso por Jose Maria. Vivian sufre por las terribles
situaciones de sus hijos.
Macario
y Ruth se pasean por las enormes tierras de Boca del Diablo y al
regresar a la hacienda se sorprenden al encontrar algunos cambios.
Macario sube a su habitación y la encuentra completamente vacía,
por lo que se alarma creyendo que alguien ha robado. Tanto el hombre
como la muchacha se sorprenden al ver a José Maria frente a ellos.
Ruth le exige que se marche pues la hacienda es propiedad privada y
él asegura que, en efecto, lo es, por lo que quien se tiene que
marchar es ella. Cuando ella le exige que le diga quién es y qué
quiere en la hacienda, Jose Maria, altanero, le dice que él es el
dueño y señor de la misma, sorprendiendo tanto a la mujer como a
Macario, a quien le dijo que si usaba la recamara principal, ahora se
marchara a una habitación de criados, pues no era nadie para
ocuparla.
Regina, altanera, aseguró ser ella la única dueña de la
hacienda, la cuál ha comprado hace penas unas horas. Belisario le
asegura que la han engañado si le hicieron creer que el lugar ya no
poseía dueño, puesto que Jose Maria es el heredero universal de
Maximiliano Peñalver, fundador de Boca del Diablo. Ruth, muy
enojada, reta a Jose Maria con la mirada y les asegura a todos que
las cosas no se quedarán así, pues a ella nadie le ve la cara. A
Macario lo azota fuertemente con un fuete y le jura que él tendrá
que pagarle cada centavo que se le pagó. Al marcharse la agresiva
dama Jose Maria le pide a Macario que ponga a Belisario al tanto de
todo en la hacienda, mientras que él cabalga por sus tierras
acompañado de Alexander, quien ríe por la agresividad de Ruth, a la
cuál ha encontrado demasiado guapa.
Maite
ha regresado a San Martín de la costa y pregunta a su madre porqué
ella y Lisandro han estado separados durante tanto tiempo. Apolonia
asegura a su hija que eso nadie lo sabrá jamás, mientras que
entrega a Nora documentos relacionados con la hacienda “La
consentida”, de la cuál es dueña absoluta. Ella saca copias que
le entrega a Lisandro, el cuál, desde su casa, asegura que pronto
Apolonia se las pagará por despreciarlo.
En
“La consentida”, Ruth hace una rabieta por lo sucedido y entonces
piensa en Bruno, al cuál ahora odia por sobre todas las cosas.
Apolonia le pregunta qué es lo que ha sucedido y la muchacha le
cuenta todo. Apolonia culpa a Lisandro por todo asegurando que su ex
marido es un inútil para los negocios.
Jose
Maria se da cuenta de que Macario está maltratando a alguien en la
hacienda por lo que acude a investigar. Maltrata a Francisco, a quien
a punta de pistola y fuetazos saca del lugar asegurándole que está
despedido. Jose Maria empuja al capataz, asegurándole que no tiene
el derecho ni la posición de correr absolutamente a nadie por lo que
Francisco se quedará a trabajar en la hacienda. Macario trata de dar
una explicación mas Jose Maria se lo prohíbe y le pregunta a
Francisco su nombre. Le pide que le muestre más de la hacienda pues
quiere conocerlo todo. Al marcharse los dos, Macario maldice la hora
en que el verdadero dueño de Boca del Diablo apareció. Avienta todo
lo que está a su paso y es interrumpido por Angélica, una de las
sirvientas, quien le pregunta que sucede. El hombre, furioso asegura
que ni él ni Jose Maria Peñalver caben en el mismo lugar, en el
mismo pueblo, por lo que uno debe desaparecer. Angélica le aconseja
al hombre que desaparezca él, pues bien sabe que el señor Peñalver
es dueño de casi todo San Martín de la costa. Macario se marcha
entonces a la cantina de Rufino a emborracharse. Al salir se
encuentra con Lisandro, quien le exige una explicación de lo
sucedido. Macario asegura al hombre que las cosas se salieron de las
manos y que él pensó que la hacienda ya no tenía dueño pues nunca
supo que Maximiliano tuviera un heredero. Lisandro exige al hombre
hasta el último pago del dinero que se le dio.
Tamara
se ha hecho amante de Walter, un hombre mayor que ella que la llena
de lujos a cambio de algo de sexo. Ambos se entretienen en la cama
donde ella es toda una experta. Walter le asegura volverlo loco.
Jose
Maria se comunica con Vivian, su tía, a la que confiesa que, en
efecto, Boca del Diablo hace honor a su nombre pues es una hacienda
casi fantasma la cuál él sacará adelante. Vivian le pide a su
sobrino que la deje ir con él pues puede ayudarlo pero él se niega
rotundamente asegurando que solo Belisario y Alexander pueden
ayudarlo. Vivian se siente triste por no estar cerca de su sobrino y
Edison se lo reprocha, pues ella siempre se ha preocupado más por
Jose Maria, que por sus propios hijos.
En
la cocina, Francisco les cuenta a Angélica y Porfiria cómo Jose
Maria puso en su lugar a Macario, al que quitó de su trono de señor
de Boca del Diablo. Las mujeres se alegran por la llegada del
verdadero dueño, esperanzadas a que las cosas cambien para bien.
Macario
llega al despacho de la hacienda y allí se encuentra con Jose Maria,
a quien le pregunta qué hace allí, pues él es el administrador.
Jose Maria lamenta informarle al hombre que de ahora en adelante,
además de dueño y señor de la hacienda, también es el
administrador de sus propios negocios. Macario pregunta qué es lo
que él hará y Jose Maria le dice que puede buscar trabajo en otra
parte, porque ya no trabaja más en Boca del Diablo.
Edelmira
y Camila visitan la iglesia y allí se encuentran con Maite, de quien
huyen. Maite les asegura que ella no es igual a su madre y hermana
por lo que pueden estar seguras de que jamás las ofenderá. Ahí
también se encuentran con Dolores, quien les dice que Apolonia cada
día es más insoportable.
Tamara
discute con Vivian, quien no está de acuerdo en que se alcoholice y
llegue tarde a casa. Tamara asegura ser lo suficientemente mayor para
hacer su vida por lo que exige que la dejen tranquila. Se encierra en
su habitación y piensa en las caricias de Walter, quien la ha vuelto
loca.
Belisario
entrega a Jose Maria un informe de la hacienda y el hombre se
sorprende al darse cuenta de la riqueza de sus tierras y lo
abandonadas que estaban por lo que decide que de inmediato invertirá
en Boca del Diablo y contratará gente que lo ayude a que la hacienda
sea lo que antes fue.
Macario
les dice a Apolonia y Ruth que la estancia de Jose Maria Montero en
el pueblo será definitiva. Al escuchar ese nombre, Apolonia se pone
nerviosa y pide a Macario que le diga todo acerca del hombre. Macario
asegura que ese hombre es el dueño y señor de Boca del Diablo y que
con su llegada las cosas cambiarán pues ahora no las dejará ocupar
sus tierras. Apolonia pone el grito en el cielo asegurando que esas
tierras le pertenecen a ella pues le dio dinero a Macario para que se
las cediera. Ruth le hace ver a su madre que Macario es un inepto que
solo intentó sacar provecho de ellas y de Lisandro. Apolonia
entonces le asegura al hombre que si no le devuelve lo que le
pertenece, se encargará de desaparecerlo.
Jose
Maria habla con Francisco, a quien le asegura que cuenta aun con u
trabajo y a quien le propone que sea el nuevo capataz de Boca del
Diablo, pues necesitará de su ayuda para sacar adelante la hacienda.
El muchacho acepta de inmediato y agradece el trabajo, mientras que
Jose Maria pide a Alexander que vuelva a la capital con Belisario,
pues él estará bien.
Macario
le hace ver a Apolonia que si no hacen algo para que no se sepa lo
que han hecho con las tierras de Boca del Diablo, entonces pueden
terminar en la cárcel. Apolonia considera que en las manos de
Macario está el desaparecer completamente a Jose Maria Montero.
Maite
camina por el pueblo y allí se topa con Jose Maria, de quien se
engancha al verlo pues dentro de ella quema un fuego abrasador que la
hace sentir extraña. Él también se impacta con la belleza de la
monja, quien, nerviosa, se apresura a la iglesia, donde no deja de
pensar en ese extraño hombre que la ha hecho sentir emociones nunca
antes experimentadas.
Apolonia
busca a Edelmira, a la que le pide que hablen. Edelmira la corre de
su casa pero la mujer no se marcha y le asegura que tiene un mal
presentimiento acerca del pasado, por lo que la vuelve a acusar de su
sufrimiento, mas Edelmira le jura a su enemiga que ella no tuvo nada
que ver con la muerte de aquél hombre, en el pasado, cuando todo fue
diferente pero Apolonia está segura de que Edelmira asesinó a ese
hombre y tuvo que ver con la quemazón de hace muchos años.
Ruth
se presenta ante Jose Maria, al que le pide que hablen y hagan un
trato pues Macario les ha engañado a los dos. Al conversar, Ruth se
da cuenta de lo atractivo que es el hombre, por lo que usa sus
encantos y seducción para salirse con la suya, pero esa pasión
desaparece cuando Jose Maria le pide que se marche de su hacienda,
pues con ella no hará ningún trato. En su soledad, el hombre aún
llora por el recuerdo de Diana y acude a la iglesia, donde se
encuentra nuevamente con Maite, a quien pregunta cómo una mujer tan
hermosa como ella puede ser una monja. Allí son sorprendidos por
Apolonia, quien separa al hombre de su hija exigiendo respeto por una
santa. Le pregunta quien es y se sorprende al verlo bien y saber su
nombre: Jose Maria Peñalver, el cuál, al saber el nombre de la
mujer: Apolonia Elizalde, se estremece pues ¡es la mujer que mató a
su padre!
Tamara
vuelve a discutir con Vivian, quien trata de impedir que su hija
salga a divertirse, pero Tamara es necia y se marcha a encontrarse
con Walter, quien se pone pesado con ella e intenta violarla. Tamara
le pide que hagan un trato y se las ingenia para bajarlo del coche.
Se arranca y entonces Walter le asegura que hablará con su madre y
hermano y todos se enterarán de la clase de mujerzuela que es.
Tamara, al escucharlo, se pone nerviosa y asegura que nadie la puede
descubrir, por lo que decide atropellar al hombre, arrancándole la
vida.
Macario
se presenta en Boca del Diablo como un capataz. Se da cuenta de que
hay nueva gente trabajando y trata de ridiculizar a Francisco, quien
le exige que se marche. Macario asegura que nadie puede correrlo de
la hacienda. Regina aparece en ese momento y le exige a Macario que
la acompañe a hablar con Jose Maria. El hombre le pregunta a la
mujer si ella está enterada de que secretamente Francisco ha puesto
los ojos en ella, convirtiéndola en la mujer de sus sueños. Ella
responde altaneramente que jamás tendría ojos para los criados.
Francisco agacha la mirada al escuchar eso, causando risa a Macario,
quien se marcha con la mujer.
Maite
siente ganas de dejar los hábitos pues cree que en realidad no es su
vocación pero teme a las represalias que su madre pueda tomar en su
contra.
Apolonia
no deja de sentir temor. La presencia de Jose María la pone
nerviosa. Piensa en sus tierras, en su dinero, en el pasado, y cree
que no puede permitir que los fantasmas se apoderen de ella, si no al
contrario, enfrentarlos o tenderles una trampa.
Ruth
propone a Jose Maria un trato para poder utilizar sus tierras pero el
hombre se niega. Ella no deja de ofenderlo y entonces el la besa por
la fuerza. Ella lo abofetea llamándolo patán, por lo que él le
asegura que no es patán, si no que simplemente la trata como se
deben tratar a las mujeres como ella. Ruth sale furiosa de la
hacienda.
Nuevamente
Macario trata de propasarse con Camila pero ésta se defiende y le
acomoda tremenda cachetada que lo deja perplejo. El hombre le jura
que tarde o temprano será suya.
El
padre Artemio le cuenta a Jose Maria la historia de sus padres,
Augusta y Maximiliano. Jose Maria aumenta su rencor hacia Apolonia
cuando se entera de que su padre murió en un incendio que nunca se
esclareció, del cuál solo fueron salvados él y su madre.
Maite
y Camila se encuentran nuevamente en el mercado. Nace una amistad
entre ellas por lo que la monja invita a su nueva amiga a pasar una
tarde en la hacienda. Camila se niega pero ante la insistencia de
Maite acepta y promete que la visitará. Mientras, Maite le cuenta a
su nueva amiga como fue que a Regina la plantaron. Camila siente
compasión por la amargada mujer, segura de que todos los hombres son
iguales. Confiesa estar perdidamente enamorada de Francisco.
Ruth
hace tremenda rabieta por lo que Jose Maria le ha hecho y se queja
con Apolonia quien cree que no es mala idea que su hija seduzca a ese
hombre y lo enamore para salirse con la suya. Ruth se niega en cuanto
su madre se lo propone mas la perversa madre le dice que por las
tierras y por su fortuna, tienen que ser capaces de absolutamente
todo.
Tamara
se encuentra demasiado nerviosa por lo que ha hecho a Walter y pide a
su madre que se marchen lejos, a donde puedan estar tranquilas.
Vivian no sabe a donde puedan ir y Tamara le pide que vayan a San
Martín de la costa. Edson se opone, asegurando que la vida sin Jose
Maria es más tranquila.
Camila
busca a Francisco en Boca del Diablo y es insultada por Angélica,
quien le dice que no es bienvenida. Francisco interrumpe y pide a la
sirvienta que respete a Camila, la cual es como su hermana y a la
cuál llevará a cenar. Francisco no sospecha que Angélica está
enamorada de él pero Camila se lo hace saber frente a la sirvienta.
Entonces Camila aprovecha para besar apasionadamente a Francisco y
Angélica se le va encima, abofeteándola. Ambas pelean fuertemente
por el amor hacia Francisco, quien las separa y les exige que se
controlen. Se marcha con Camila, mientras que en la cocina de la
hacienda, Angélica hace un entripado asegurándole a Porfiria que
Camila está enamorada de Francisco pero él solo tiene ojos para
Regina de la Vega.
Macario
pide a Apolonia que le de trabajo y ella lo emplea como encargado y
le advierte que si comete un solo error, lo echará a la calle sin
pensarlo.
Apolonia
se da cuenta de que Nora le ha estado tomando el pelo para beneficiar
a Lisandro, por lo que la despide y a continuación busca a su ex
marido para abofetearlo y gritarle lo poco hombre que es. Lisandro le
asegura a su ex mujer que él siempre trató de reconquistarla porque
la ama mas ella asegura no poder amar a un vulgar mujeriego mantenido
como él y le advierte que si vuelve a seducir a otra de sus
empleadas, lo lamentará, pues con ella nadie se mete ya que es la
máxima autoridad de San Martín de la costa. Al regresar a casa,
Apolonia llora amargamente y entonces de un ropero saca la foto del
hombre al que más ha amado en la vida: ¡Maximiliano Peñalver! Y
maldice a Augusta por habérselo arrebatado.
SEPTIEMBRE
2010. Vivian
y sus hijos han llegado a Boca de Diablo, siendo recibidos
afectuosamente por Jose María. Son acompañados por Belisario, quien
confiesa no haber podido dejar a Bibiana y Tamara viajar juntas.
Tamara desea dar un paseo por el pueblo, por lo que sale sola, pero
eso solo ha sido una excusa pues en el fondo se siente nerviosa y no
deja de pensar en el asesinato que cometió. Camina sin un rumbo
fijo.
Nora
recibe en casa a Lisandro, a quien le dice que Apolonia la ha
descubierto y, porno comprometerse, hablará con la verdad. Lisandro
se lo prohíbe pero ella insiste por lo que Lisandro forcejea con
ella y accidentalmente la mata. Al darse cuenta de lo que ha hecho,
sale con discreción de la casa de la muchacha, sin darse cuenta de
que alguien lo ha observado todo.
Jose
María no deja de pensar en Maite, a la cuál busca en la iglesia. No
la encuentra y le pregunta al padre Artemio por ella. Cual es su
sorpresa al enterarse que Maite es hija de Apolonia Elizalde, su
enemiga.
Maite
le dice a su hermana que ha comenzado a dudar de su vocación. Ruth
le pide que vuelva a la vida, a disfrutar de todo y olvidarse de una
vocación que no borrará lo acontecido. Maite confiesa estar
enamorada de alguien y Ruth se emociona al saberlo pero no logra
saber quien es el hombre pues Apolonia las interrumpe para decirles
que Maite no puede abandonar los hábitos, pues es una elegida de
Dios y debe seguir ese camino.
Maite asegura a su madre que si fuera
una elegida entonces no dudaría, por lo que hablará con el padre
Artemio para avisarle que abandonará la vocación. Apolonia se niega
pero Ruth intercede por su hermana. Apolonia la abofetea y Ruth casi
le responde de la misma manera pero se detiene y entonces le dice a
su madre que no porque Maite sea una monja, una santa, ella,
Apolonia, podrá lavar todos sus pecados. Se marcha y entonces
Apolonia mira a su otra hija con un gran desprecio. Maite la reta con
a mirada y se despoja de los hábitos.
Jose
Maria, que se ha hecho amigo de Francisco, le cuenta sobre su
infancia sin un padre y cómo su madre siempre odió a una mujer que
le destruyó la vida, así como siempre habló de Edelmira. Francisco
le dice que él conoce a Edelmira por lo que lo lleva a la casa de la
mujer, quien se sorprende al ver frente a frente al hijo de
Maximiliano. Lo abraza y llora al hacerlo. Le pregunta por Augusta y
él le cuenta que ha muerto y le ha pedido que cuide de alguien en
especial y que precisamente Edelmira sabe a quien se refería. La
mujer se pone nerviosa y asegura no saber nada de lo que Augusta
decía saber.
Vivian
es atendida por Porfiria y Angélica, a quien Edson no deja de
observar con lujuria, mientras que su madre y Belisario no dejan de
admirarse por lo maravillosa que ha quedado la hacienda en tan poco
tiempo, pues cuando Jose Maria llegó la primera vez, estaba hecha
casi ruinas.
Apolonia
llora amargamente aferrada a la fotografía de Maximiliano, al que
jura amar a pesar de que el tiempo ha pasado y él ya no se encuentra
entre los vivos. Es sorprendida por sus hijas, quienes le pregunta
quien es ese hombre del que siempre estuvo enamorada. Ella reacciona
violentamente y las corre de su habitación, asegurándoles que han
escuchado mal y que son unas entrometidas. Las dos jóvenes no
entienden a su madre, la cuál se ha comenzado a trastornar.
Mientras, Apolonia es informada de la muerte de su empleada, Nora, y
al saber lo sucedido confiesa que la mujer era amante de su ex
marido: Lisandro De la Vega, quien es interrogado por las autoridades
de quienes logra escabullirse, por lo que se determina que la muerte
de Nora fue un completo accidente, ya que se encontraba alcoholizada.
Ruth
visita tempranamente Boca del Diablo y ahí conoce a Tamara, con
quien de inmediato simpatiza. Ruth asegura ser una socia de Jose
Maria, con quien habla y exige que les ponga precio a sus tierras.
Jose Maria se lo pone: Él pone las tierras a su nombre pero ella se
casará con él, pues solo así podrá vengarse de Apolonia Elizalde.
Ruth lo rechaza y lo acusa de ser un cerdo. Él le jura que se casará
con él aún en contra de su voluntad. Al salir del lugar la mujer se
tropieza con Camila, a quien le pregunta qué hace una vulgar
vendedora de pescado en la hacienda. Camila asegura que Jose Maria es
su amigo. Camila se enfrenta nuevamente a Angélica, quien le deja
claro que Francisco es suyo y de nadie más. El muchacho aparece y le
dice a Angélica que él no es de nadie y mucho menos de ella, a la
que respeta como a una hermana y nada más, pero que jamás sucederá
algo entre ellos. Camila mira a Angélica segura de que ha perdido y
entonces Francisco le deja claro a ella también que no la ama y que
solo pueden ser amigos. Camila se sorprende y se marcha de Boca del
Diablo con el corazón destrozado.
Maite
busca a su padre, ya sin hábitos, y lo sorprende por su
impresionante belleza. Él la apoya en todo lo que desee y ella se lo
agradece. Comen juntos y ella le confiesa estar enamorada y que eso
le hizo saber que debía darse una nueva oportunidad y afrontar el
pasado.
Macario
trabaja en “La consentida” pero la gente está a inconforme con
él por su prepotencia por lo que Apolonia le asegura que si la gente
se sigue quejando, no tendrá más remedio que correrlo. Son
interrumpidos por Ruth, quien le pide a su madre que hablen y le
cuenta sobre la oferta de Jose Maria. Entonces Apolonia le exige a su
hija que se prepare, pues se casará con el dueño de Boca del
Diablo.
Edelmira
habla con Artemio, al que le dice que ella no puede confesar la
verdad a Jose Maria o de lo contrario muchos cosas saldrían a la
luz, pero el sacerdote cree que si la voluntad de Augusta fue
protegerla, se debió a algo. La mujer camina por la calle y se
tropieza con Ruth, quien la llama asesina. Edelmira entonces la
abofetea brutalmente y la toma de los cabellos para exigirle que no
hable de lo que no sabe y que si hay un asesino en San Martín de la
costa es su padre, pues ella misma lo vio salir de la casa de Nora la
noche en que la asesinaron, por lo que todo es más que evidente ¡El
es un asesino! Ruth llora, estremecida, ante los actos y palabras de
Edelmira. Ninguna sospecha que Tamara las ha espiado en secreto.
Apolonia
se presenta ante Jose Maria, al que le dice que está dispuesta a
entregarle a su hija a cambio de las tierras que desea. Jose Maria le
hace saber que el trato es solo con Ruth apero la mujer insiste por
lo que él entonces propone que, si el trato lo hace directamente con
ella, entonces las tierras solo le serán prestadas… mientras dure
su matrimonio con su hija. Apolonia acepta y firma la propuesta de
Jose Maria, quien solo desea hacer infeliz a Regina para hacerle
pagar a Apolonia.
Maite
no deja de pensar en Jose María. Él la inspira a querer abandonar
la vida religiosa mas teme a que él jamás ponga los ojos en ella.
Edison
espía a Angélica, la cuál le ha atraído demasiado. La muchacha se
da cuenta pero se hace la loca hasta que lo atrae hasta una de las
recamaras, donde él la sorprende y la besa. Ella lo besa también y
ambos fornican apasionadamente.
Camila
sufre, inconsolable, por el rechazo de Francisco, en casa. Tocan a la
puerta. Abre. Es Macario, quien le asegura que ya no tendrá más que
llorar puesto que él le enseñará lo que es un verdadero hombre.
Intenta violarla y casi lo logra pero Jose Maria lo detiene y casi lo
mata a golpes, mientras que la muchacha llama a la policía, por lo
que Macario es detenido. Camila aprovecha para confesarle a Jose
Maria su amor a Francisco.
Apolonia
se horroriza al encontrar a Maite vestida como cualquier civil. La
muchacha asegura estar enamorada y no querer ser religiosa. Apolonia
la abofetea y le exige que regrese al convento pues no desea verla en
su hacienda vestida como la demás gente. Maite llora y entonces toma
su maleta, abandonando a su madre, quien le pregunta a donde va. La
muchacha le dice que se mudará con su padre. El teléfono suena. Es
Macario, quien se comunica desde la cárcel para pedir ayuda a
Apolonia, quien, molesta, le cuelga dejando que el hombre se quede
toda la noche ahí, detenido. Él la maldice, seguro de que ella se
ha olvidado de que alguna vez fueron cómplices y algo más. También
jura vengarse de Jose María.
Tamara
se topa con Ruth, quien le pide que la acompañe. Ambas visitan a
Lisandro, quien no le quita la vista de encima a Tamara, a
quien, al quedar a solas, invita a cenar. Ella acepta encantada. Son
interrumpidos por Maite, quien llorosa le pide a su padre que la deje
vivir con él, pues vivir al lado de Apolonia es insoportable.
Lisandro acepta con gusto la compañía de su hija.
Jose
Maria le dice a su tía Vivian que pronto se casará y que las cosas
serán algo diferentes en Boca del Diablo, pero que todo lo hará por
cumplir la venganza de su madre, ya que dará con la verdad aunque
tenga que ponerse una soga en el cuello.
Francisco
visita a Camila, quien es consolada por Edelmira y Rufino. Camila,
con llanto, le confiesa su amor. Él le pide que le tenga paciencia,
pues él ama a un imposible: A Ruth De la Vega Elizalde, quien jamás
tendrá ojos para él y que la única vez que le dirigió la palabra
fue para insultarlo. Los dos jóvenes se abrazan, consolándose el
uno al otro.
Ruth
llega fatigada a la hacienda y Apolonia le avisa que tiene pocos días
para hacer lo que tenga que hacer pues está comprometida con Jose
Maria Peñalver. Ruth se revela contra su madre, quien le exige que
haga lo que tienen que hacer con tal de obtener las tierras que les
dan de comer y les brindan todo lo necesario. Ruth asegura que no se
casará y entonces Apolonia le jura que si no lo hace, le quitará
absolutamente todo y la dejará en la calle tal y como dejó a su
padre, Lisandro. Ruth enfurece, rompe todo, piensa en Bruno y en Jose
Maria y cree que después de todo el hombre no está de mal ver por
lo que nada perderá, ya que él es demasiado varonil, justo el macho
que a una mujer como ella le gustaría. Comienza a ilusionarse con
él.
Jose
María llama a Alexander, a quien le avisa de su próxima boda. Le
suplica que lo ayude a buscar jueces y testigos falsos pues no desea
atarse a Ruth De la Vega de por vida.
Lisandro
y Tamara cenan y después se van a la cama. Ella, en pleno acto, le
dice que sabe que él asesinó a una mujer de nombre Nora y que está
dispuesta a callárselo si ambos hacen un trato. Al saberse
extorsionado Lisandro se enfurece y asegura no estar dispuesto a ser
chantajeado mas la ambiciosa y perversa Tamara asegura que por el
momento él no está en condiciones de exigir, cuando ella lleva
todas las de ganar.
Jose
Maria, que maneja por el pueblo, ve a Maite, ya sin hábitos,
discutiendo con su madre, quien le exige que regrese a la hacienda y
se olvide de dejar la vida religiosa. Maite se niega y cuando
Apolonia se marcha Jose Maria se acerca ¡No puede creer que esa
hermosa chica sea hija de Apolonia! Ella le cuenta que ha decidido
dejar de ser monja porque se ha enamorado de un hombre. Cuando él le
pregunta quién es el afortunado, ella le dice que él y lo besa
apasionadamente. Él le corresponde pero entonces se detiene y le
pide que se olvide de él, pues aunque ella le atrae, él no es
bueno y podría hacerle mucho daño. Jose Maria se marcha,
dejando a la muchacha confundida y jurando que él se enamorará de
ella y ella será su esclava, pues sería capaz de soportar cualquier
sufrimiento con tal de ser de él.
Tamara
cuenta el dinero que Lisandro le ha dado y ríe a carcajadas por su
inteligencia, asegurando que le podrá sacar mucho más, mientras que
él solo la maldice planeando cómo deshacerse de ella.
Tamara
pide a Jose Maria que la lleve a montar y él lo hace. Los dos se
divierten hasta llegar a una laguna, donde deciden bañarse. Allí
ella aprovecha para besarlo y asegurarle que a pesar de que él la
desprecie, ella siempre lo amará. Él nuevamente la rechaza.
Lisandro
visita a Apolonia y le pide que vuelvan más ella no desea volverse a
unir a un mediocre como él, entonces el hombre le pide que le haga
un préstamo pues lo están extorsionando. Ella lo abofetea y no deja
de repetirle que es un don nadie que no vale la pena. Se niega a
ayudarlo y le desea lo peor. Ruth les pide a los dos que se calmen y
Lisandro se marcha. Entonces Ruth pide a su madre que le diga porqué
odia tanto a Edelmira. Cansada de tantas preguntas, Apolonia decide
contarle a su hija lo que tanto desea saber: Confiesa que Edelmira
mató al padre de Jose Maria porque él amaba a Apolonia y no a ella
ni a Augusta, su esposa, por lo que la misma Apolonia se casó con
Lisandro, quien fue amigo de Maximiliano, por venganza y que, al
saber perdido el amor de Maximiliano, Edelmira decidió matarlo. En
la menor oportunidad, Ruth se lo dice a Camila en el puesto de
pescado. Camila, confundida, busca a su madre para que le de una
explicación y Edelmira le asegura que eso no es verdad, y que la
verdad es que Apolonia fue amante de Maximiliano por lo cuál él
abandonó a su esposa, enviándola a la capital con su hijo mientras
que él se quedó en San Martín de la costa a fundar “La
consentida”, la cuál Apolonia se adueñó después, hasta el punto
de eliminarlo. Ninguna de ellas se da cuenta de que Jose Maria está
presente hasta que ya todo está dicho. El odio en el corazón del
hombre es demasiado fuerte por lo que decide actuar y acude a
La consentida, donde toma a Ruth y se la lleva a su hacienda. Ella,
al estar ahí, se resiste a estar con él, quien la besa y le asegura
que la domará aunque sea por la fuerza. Ambos forcejean, él la besa
apasionadamente y Ruth, al no poder zafarse de él, accede a sus
caprichos por lo que Jose Maria la hace su mujer. Ella le corresponde
con gran pasión. A la mañana siguiente se topa con Tamara, quien le
pregunta qué hace en la hacienda y en la habitación de Jose Maria.
Ruth le dice que solo pasó la noche con su prometido Tamara siente
que el mundo se le desmorona. Ruth le pregunta si está enamorada de
su primo y Tamara la abofetea por insolente. Ruth le regresa la
bofetada más fuerte aún y se marcha, asegurando que es mejor llevar
la fiesta en paz ahora que serán familia. Tamara le jura a su
enemiga que nada se quedará en paz, pues se vengará de ella a la
primera oportunidad que te tenga.
Francisco
ve salir a Ruth de Boca del Diablo y le pregunta que hace ahí. Ella
le dice que pronto será la esposa del dueño y señor de la
hacienda. Se marcha destrozando el corazón del joven capataz, quien
le cuenta a Camila lo que está a punto de acontecer.
Tamara
llora inconsolable ante su madre, a quien le asegura que jamás será
lo suficientemente buena para que Jose Maria ponga los ojos en ella.
Vivian aconseja a su hija que regresen a la capital pero Tamara se
niega. Vivian desea regresar y llevar la vida a la que siempre
estuvo acostumbrada por lo que informa a su sobrino que abandonará
la hacienda. Él le pide a que espere hasta después de su boda.
Tamara se impacta al saber que es verdad lo que Ruth le dijo, por lo
que le asegura mas tarde a Lisandro que si no impide esa boda, todos
sabrán que él asesinó a Nora.
Ruth
no deja de pensar en la maravillosa forma en que Jose Maria la hizo
mujer y se lo cuenta a Maite, su hermana, a la que le destroza el
corazón.
Edelmira
y Apolonia vuelven a encontrarse y vuelven a ofenderse. Edelmira le
aclara a su enemiga que si no aleja a sus hijas de Jose Maria, se
arrepentirá. Apolonia no hace más que burlarse de la mujer,
la que sigue tratando de mujerzuela, por lo que Edelmira la abofetea
asegurándole que ya ha sido suficiente, pues las dos saben muy bien
quien de ellas realmente es una mujerzuela.
Jose
Maria se confiesa con el padre Artemio a quien cuenta sobre sus
planes de venganza. El sacerdote le asegura que tanto Apolonia como
Edelmira y Augusta solo fueron víctimas de la maldad de Maximiliano,
su padre. Al salir de la iglesia, alguien le apunta y lo hiere con un
arma de fuego, en el hombro. ¡Ha sido Macario! ¡Desea eliminarlo!
El hombre huye mientras el padre Artemio pide auxilio.
Vivian
discute con Edson, al que pide que haga algo dentro de la hacienda en
vez de pasearse y emborracharse en la cantina. El muchacho se niega y
cree que es conveniente que él regrese a la Capital, pues no se
siente a gusto en un pueblo fantasma. El teléfono suena y Vivian se
impacta al saber que su sobrino ha sido herido por lo que de
inmediato pide a Francisco que la lleve al hospital.
Tamara
se siente muy nerviosa por la futura boda de Jose Maria. Cree que
debe deshacerse de Ruth de la misma forma que se deshizo de Diana,
cuando decidió arrancarle la vida, haciéndolo pasar todo por un
suicidio, y así como asesinó a Walter, quien quiso delatarla. No
deja de atormentarse por sus crímenes, pero tampoco deja de pensar
en seguirlos cometiendo. Recibe una llamada de Lisandro, quien le
dice que deben verse de inmediato. Le cuelga el teléfono pues recibe
la visita de Maite, quien le cuenta sobre su sufrimiento por la
próxima boda de Ruth. Lisandro pide a su hija que vea las cosas
fríamente, pues esa boda los hará aún más ricos. Son
interrumpidos por Apolonia, quien jalonea a Maite y le prohíbe que
se acerque a Jose Maria, el cuál será el marido de su hermana.
OCTUBRE
2010. Jose
Maria es atendido en el hospital y Vivian se siente afligida por lo
sucedido a su sobrino. Edson solo ansía que su primo muera para
poder heredarlo y gastar su fortuna a manos llenas, pero
desgraciadamente sus planes se destrozan cuando el doctor les afirma
que Jose Maria está fuera de peligro y que podrá irse a casa a
reposar. Recibe una visita de Apolonia, quien asegura desearle lo
mejor. Los dos hablan seriamente del pasado, obviamente con Mentiras.
Deciden hacer negocios, pues a ambos les conviene. Al verlo desnudo,
la mujer siente una fuerte atracción hacia él.
Francisco
trabaja fuertemente en las tierras de la hacienda. Es sorprendido por
Angélica, quien, ante el calor, se empapa de agua mientras se
desnuda camino al corpulento adonis. Él, con el corazón lleno de
pasión, e la piel derritiéndose de calor, acepta el agua que ella
le ofrece y también se empapa, desnudándose, por lo que ambos
fornican, siendo sorprendidos por Camila, a quien se le parte en
trozos el corazón, por lo que llora amargamente, huyendo de todo y
todos.
Ruth
asegura a Macario que en cuanto ella sea la dueña de Boca del
Diablo, él volverá a trabajar allí, pues será su hombre de
confianza. Él le confiesa que él ha sido quien agredió a Jose
Maria. Ella lo abofetea asegurándole que si vuelve a tocar a su
hombre, lo lamentará.
Tamara
no deja de atender a Jose Maria, al que cuida como si fuera su
marido. Edson solo se burla de ella pues le parece ridícula. Vivian
por su parte aconseja a su hija que no se ilusione pues sabe
perfectamente que Jose Maria se casará con la hija de la peor
enemiga de sus padres, pero Tamara es necia, ella está completamente
enamorada y está decidida a luchar hasta el final. Atiende al
enfermo y es sorprendida por Ruth, quien le pide que se aparte de su
hombre, pues ella será quien lo cuide mientras él esté
convaleciente. Tamara corre a la chica de la hacienda mas Ruth no se
marcha y le jura que en cuanto sea la esposa de José Maria, los
echará, a ella, a su hermano y a su madre. El odio de Tamara hacia
Ruth crece aún más.
Camila
le cuenta a su madre lo que ha visto en la hacienda y Edelmira le
pide que no ame a Francisco pues él definitivamente no tiene ojos
para ella, al menos no para mirarla como una mujer, si no como una
hermana. También Maite se presenta en la casa de Edelmira y les
cuenta que el amor de su vida, Jose Maria, se casará con Ruth, y
todo porque desean arrebatarle todo. Edelmira asegura que la
historia se vuelve a repetir y que no pueden permitirlo. Le jura a
Maite que ella la ayudará a conquistar a Jose Maria.
Tamara
y Lisandro se encuentran y nuevamente vuelven a fornicar. Él trata
de estrangularla, bromeando, y con ello le asegura que si ella decide
desenmascararlo, él la eliminará a ella primero. Tamara lo besa y
le jura que ahora hay un pacto entre los dos, por lo que no hará
nada en su contra.
Apolonia
no deja de atormentarse con el pasado. Se encuentra con Vivian, quien
le pregunta cómo ha estado durante los años que han dejado de
verse. Las dos mujeres se hablan y miran con odio, por lo que
Apolonia culpa a Augusta por todo su sufrimiento y todas sus
frustraciones. Vivian no lo acepta y le asegura a la mujer que ella
misma cavó su tumba al ambicionar tanto lo que ya no le pertenecía
y le hace saber que la boda entre Jose Maria y Ruth no se celebrará,
pues ella misma, Vivian, lo impedirá, ya que está segura de que
ellas planean arrebatarle a su sobrino todo cuanto posee. Apolonia se
descara y asegura que así es, y que cuando lo posea todo, aplastará
a toda esa familia como la basura que son. Vivian trata de prevenir a
su sobrino de lo que ahora sabe pero Jose Maria, sediento de
venganza, no hace caso de las advertencias de su tía y decide seguir
con sus planes de boda. Es entonces que aparece ante él Maite, ahora
vestida de diferente manera, sensual, provocativa, y le pide que
hablen. Al hacerlo lo advierte de lo mismo que Vivian pero el hombre,
cegado por el juramento de venganza que hizo, insiste en que se
casará. Entonces Maite le asegura que si se casa con Ruth, pagará
muy caro su error.
Edelmira
visita a Apolonia, a quien le asegura que n logrará salirse con la
suya, al igual que muchos años atrás. Ambas mujeres se retan y
entonces Apolonia le recuerda a su enemiga que ella es la mujerzuela
que se enredó con Maximiliano Peñalver hace años y con el cuál
tuvo una hija bastarda, que no es nada más ni nada menos que Camila.
Edelmira acepta que eso es verdad mas le recuerda a Apolonia que ella
también tuvo un hijo de Maximiliano, y que esa criatura debe ser una
de sus hijas, pues aunque una temporada huyó del pueblo y regresó
con dos niñas, una de ellas es la hija bastarda de Maximiliano.
Apolonia abofetea a su enemiga y le exige que calle. En ese momento
entra Ruth, quien le exige a su madre una explicación. Apolonia
asegura a su hija que Edelmira miente, y que todo es una infamia para
impedir que Regina se case con Jose Maria Peñalver, por lo que la
mujer corre a Edelmira de su casa. Al estar a solas con su madre, le
exige que le diga la verdad y entonces Apolonia se suelta a llorar y
asegura que es verdad que tuvo una hija con Maximiliano Peñalver, y
que esa niña es Maite. Ruth se sorprende al saberlo.
Alexander
regresa al pueblo y eso alegra a Jose Maria, por lo que le pide a su
amigo que le ayude con la administración de la hacienda. Alexander
de inmediato acepta y asegura que desea vivir en el lugar, donde
seguramente conocerá al amor de su vida.
Camila
nuevamente es molestada por Macario, quien, al encontrarla
completamente sola e indefensa, decide despojarla de u virtud con
violencia, por lo que la hace suya a pesar de que la muchacha muestra
resistencia.
En
el puesto de pescado, Edelmira habla con Vivian, quien le pide que
vuelvan a ser amigas. La mujer le confiesa a Vivian que hace años
tuvo un hijo ilegítimo de Maximiliano, y que eso fue tiempo después
de que él se fuera de Santa Felicidad. Vivian se sorprende mas no se
enoja y pide a la mujer que la deje conocer a ese hijo. Edelmira la
lleva a su casa y se sorprende al encontrar a Camila en la ducha, con
las muñecas sangrando, por lo que de inmediato la lleva a un
hospital, donde le salvan la vida. Camila decide callar y no cuenta
lo que Macario le ha hecho, por vergüenza.
Macario
pide a Ruth y Apolonia que lo ayuden a irse una temporada del pueblo.
Apolonia le exige una explicación pero el hombre no la da, por lo
que le niega la ayuda pero Ruth sí lo hace. Le da suficiente dinero
y le exige que vuelva en unos días, cuando se haya casado con Jose
Maria Peñalver, pues desea que la ayude a librarse de la familia de
él. Macario le promete que así será y entonces los dos se besan
apasionadamente y se van a la cama. Macario entonces cree que se ha
enamorado de la mujer.
Jose
Maria descubre que Apolonia fue amante de su padre y la responsable
de quitarle todo lo que en la hacienda le partencia, con chantajes.
Jura que la hará pagar a como de lugar, sin embargo, no deja de
pensar en la belleza de Maite.
Apolonia
se asusta al ver la nueva apariencia de Maite, mientras que Ruth se
alegra. Maite le pide a su hermana que no se case con Jose Maria o de
lo contrario será infeliz, pues no lo ama. Tanto Ruth como Apolonia
descubren que Maite se ha enamorado de su enemigo, por lo que se
burlan de ella. Ruth jura que se casará con Jose Maria aunque
eso implique que pague muy caro el haberlo hecho. Cuando Maite jura
que luchará por el amor del hombre, Apolonia la abofetea y le jura
que si interviene en sus planes y se los estropea, lo lamentará.
Jose
Maria decide no cuidarse tanto y se pone de pie, por lo que aun
herido cabalga por sus tierras con Alexander, quien le dice que está
interesado en Tamara. Jose Maria le desea suerte a su amigo, al que
advierte que Tamara es una mujer difícil y que está enfermizamente
enamorada de él, mas le alienta para que la conquiste.
Edelmira
sufre en el hospital por lo que le ha sucedido a su hija. El padre
Artemio las consuela y Apolonia y Ruth interrumpen ese momento de
paz, pues aparecen solo para desearle a Edelmira que a su hija le
suceda lo peor, para que una gran culpa y un eterno remordimiento
recaigan sobre ella. El sacerdote trata de hacer que las mujeres
callen pero no puede. Edelmira corre a sus enemigas y les asegura que
tarde o temprano pagarán todo el mal que han hecho.
Jose
Maria se da un baño y al salir desnudo de la bañera, se introduce
en su cama, donde lo aguarda Tamara, seductora. Él se aterra al
verla allí y le pide que se marche pero ella solo tiene ganas de ser
por lo que él la carga y la saca de su recamara y le exige que deje
de perseguirlo pues él no la ama y no tiene ojos para una sola
mujer, y, a demás, se casará con Ruth. Ella reprocha a Jose Maria
no amarla y le asegura que tarde o temprano la amará como ella a él.
Camila
le cuenta a Maite sobre Francisco y cuanto lo ama. También le cuenta
lo sucedido en el hospital con su madre y hermana. Maite pide perdón
a su amiga y Edelmira por el comportamiento de las otras mujeres de
su familia. Edelmira la abraza y l asegura que en ellas siempre
tendrá unas amigas.
Apolonia
piensa en Jose Maria y se malhumora, pues asegura que el hombre le
atrae demasiado. Teme estarse enamorando de él. Recibe una llamada
de Macario, quien le dice que la cosecha de Boca del Diablo pronto
comenzará, por lo que Apolonia le exige que deje de huir y vuelva,
pues entre los dos deben hacer que esa cosecha se pierda, pues
necesitan presionar a Jose Maria para que les rente sus tierras.
Ruth
se ve con su padre, al que le dice que Tamara es un gran obstáculo
para que ella pueda acercarse completamente a Jose María, por lo que
le pide que la ayude a eliminarla.
El
doctor les dice a Edelmira y Rufino que su hija fue victima de una
violación, por lo que la mujer llora amargamente por el sufrimiento
de su hija y asegura que el culpable fue Macario, por lo que lo busca
sin poderlo encontrar. Se entera por gente del pueblo que el hombre
se ha marchado para siempre de San Martín de la costa.
Maite
se siente confundida por ser la hija de Apolonia. Sospecha que su
madre quizás hasta pueda ser una criminal, por lo que llora
amargamente. Es sorprendida por Alexander, quien le pregunta qué le
sucede. La lleva a la hacienda y la invita a tomar un café. Son
sorprendidos por Jose Maria, quien le pregunta a la muchacha qué es
lo que hace ahí. La trata con indiferencia y groserías,
asegurándole que es igual que su hermana y su madre, por lo que
entonces Maite se revela, desesperada, y lo abofetea asegurando estar
harta de que siempre la comparen cuando en realidad ella es
diferente, también asegura no ser la responsable de lo que le han
hecho ni de que la que fuera a ser su esposa haya muerto. Al escuchar
eso, Jose Maria se enfurece y le exige que calle pero la muchacha no
lo hace por lo que él está a punto de bofetearla pero Alexander lo
detiene, sin embargo Maite le exige que la golpee, pues él más que
amo y señor es una bestia enferma de remordimientos, de dolor, de
venganza, y de todo lo peor que puede existir en un verdadero hombre.
Se marcha de la hacienda y entonces Jose Maria, enfurecido, decide
alcanzarla para tomarla entre sus brazos y besarla. Ella se resiste,
se suelta, lo abofetea, y entonces él la vuelve a besar. Ella
entonces lo vuelve a abofetear para así corresponder a sus besos.
Ambos se besan fuerte y apasionadamente.
Tempranamente
Tamara se presenta ante Lisandro, al que le pide más dinero o lo
delatará. Lisandro le asegura que si insiste en extorsionarlo la
matará. Entonces ella se comporta cariñosa y ambos hacen el amor.
Él se sorprende cuando ella lo llama “Jose Maria”.
Maite
se encuentra muy feliz y eso lo nota Apolonia, quien le pregunta que
le sucede. La muchacha asegura estar enamorada y entonces su madre le
deja claro que ella no puede amar a nadie, pues debe dedicarse a
servir a Dios. Maite se revela contra su madre, quien la abofetea.
Maite, aún así, decide defenderse y jura que jamás será novicia y
que se casará con el hombre al que ama. Entonces Apolonia la
encierra bajo llave en su habitación y le asegura que jamás la
dejará salir de ahí. Ruth pide a su madre que no sea tan severa y
Apolonia le dice que Maite está enamorada Jose Maria, su prometido.
Entonces Ruth accede a que su madre encierre a Maite, quien se
pregunta porqué su madre siempre la ha rechazado y obligado a hacer
lo que no quiere.
Jose
Maria no deja de pensar en Maite y le confiesa a Alexander estar
enamorado de esa muchacha, desde la primera vez que la vio. Alexander
le aconseja a su amigo que entonces desista de casarse con Ruth y se
case con Maite, quien también está enamorada de él, y por medio de
la cuál también puede vengarse. Jose Maria piensa bien en el
consejo de su amigo.
Apolonia
acude a la iglesia a confesarse, sorprendiendo terriblemente al padre
Artemio cuando le dice cínicamente que está completamente enamorada
de Jose Maria Peñalver, el cuál podría ser su hijo.
Alexander
se acerca a Tamara, quien le asegura estar preocupada, pues sabe un
terrible secreto que no sabe a quien confesar. Él le pide que se
desahogue con él y entonces ella le cuenta que Lisandro, el padre de
Ruth, fue el causante de una mujer llamada Nora.
Macario
regresa a “La Consentida” y es recibido por Apolonia, a quien le
confiesa que él fue el causante de lo sucedido a la hija de
Edelmira, pues la violó. Apolonia festeja el sufrimiento de la hija
de su enemiga y ordena a Macario que la ayude a deshacerse de las
siembras de Boca del Diablo.
Ruth
habla con Maite, a quien pregunta si en verdad ama a Jose Maria.
Maite asegura que es así, y que se siente terriblemente mal porque
él le ha correspondido. Ruth se impacta con la noticia y abofetea a
su hermana, a la que jura que jamás le arrebatará a su hombre, pues
esta vez se casará y nadie la plantará en la iglesia. Maite
defiende su amor pero entonces Ruth le dice que ella no puede amar a
Jose Maria porque él es un imposible para ella. En un descuido de su
hermana, Maite sale de su habitación y huye de la hacienda la
Consentida, hasta llegar a Boca del Diablo, donde pide Vivian que la
ayude. Cuando aparece Jose Maria, la muchacha le pide que la ayude
pues su madre y hermana desean tenerla encerrada. Jose Maria decide
ayudarla.
Ruth
presiente que entre Maite y Jose Maria existe algo, por lo que jura
que se vengará de él por haberle visto la cara y jura que ella
sabrá que está enamorada de su propio hermano.
La
noche previa a la cosecha, Macario se presenta con un séquito de
maleantes y Ruth para incendiarlo todo y después huir. Jose Maria se
entera gracias a Francisco y junto con Alexander, Maite y Francisco,
acude a apagar el fuego, así como con sus trabajadores, pero es poco
lo que se logra salvar. Pero no por ello Jose Maria deja de agradecer
a Maite su ayuda para salvar sus tierras. Maite entonces le dice que
quizás todo fue obra de Apolonia, Ruth y Macario, quienes se han
unido para destruirlo, ya que él deshizo sus planes de adueñarse de
la hacienda y sacarle provecho. Juan de Dios la besa apasionadamente
y le pide que regresen a la hacienda.
Tamara
sufre por el rechazo de su primo. Vivian le pide que recapacite y
mejor regresen a la ciudad pero la mujer no está dispuesta a
perderlo. Edson, por su parte, les informa a las dos mujeres que se
marchará. Tamara le hecha a su hermano la culpa de todo, pues si él
no se hubiera enredado con Diana, las cosas serían diferentes. Jose
Maria los sorprende y exige que le repitan lo que acaba de escuchar.
Edson entonces se enfrenta a su primo y le dice que Diana jamás lo
amó, pues tuvo amoríos con el propio Edson por mucho tiempo, sin
que nadie lo supiera. Jose Maria Golpea a su primo, quien se defiende
también. Lo corre de la hacienda y Edson toma un auto y se marcha,
sufriendo un terrible accidente que le arranca la vida, cosa que
llena de dolor a Vivian, quien sufre por los errores de sus hijos y
suplica a Tamara que regresen a la capital, pero la muchacha se niega
rotundamente pues cree que ella debe permanecer al lado de Jose
Maria.
Tras
el entierro de Edson, Jose Maria se presenta en La Consentida, lugar
donde decide hacer un trueque con Apolonia Elizalde: Le cederá la
mitad de las tierras que desea para su uso personal a cambio de la
mano de su hija Maite. Apolonia se niega rotundamente y Jose Maria le
advierte que si no acepta, entonces no hay trato. Apolonia confiesa
entonces al hombre que en realidad Maite es su hermana, pues también
es hija de Maximiliano Peñalver. Jose María se estremece ante tal
noticia y primeramente no le cree a la mujer, pensando que todo es
una intriga, pero ella logra convencerlo de que es la verdad.
Porfiria
consuela a Vivian, quien no puede culpar a su sobrino de lo ocurrido.
Asegura que en vez de sentirse indignada, siente vergüenza de los
hijos que tuvo, pues los dos solo la han llenado de dolor, de
arrepentimientos, de corajes y de muchas decepciones. Las dos mujeres
se abrazan y lloran juntas.
NOVIEMBRE
2010. Ruth
se presenta ante Maite, a la que le asegura estar completamente
enamorada de Jose Maria, por lo que pide a su hermana que lo olvide y
vuelva al convento, de donde jamás debió salir. Maite se niega
rotundamente y pregunta a su hermana porqué es tan perversa y
envidiosa como Apolonia, su madre. Tamara, que las escucha,
interfiere y pide a Ruth que conteste. Regina decide marcharse sin
decir nada y entonces Tamara le pregunta si ya sabe que ella y su
padre son amantes. Tanto Ruth como Maite se sorprenden y entonces
Tamara, cínicamente les dice que sí, que ella y Lisandro son
amantes desde hace mucho tiempo y que es mentira que él quiera
regresar al lado de Apolonia. Ruth abofetea a Tamara, quien le
regresa el golpe y se burla de ella porque nuevamente la han dejado
vestida y alborotada. Ruth se marcha de Boca del Diablo y al estar a
solas llora amargamente jurando que todos se las pagarán.
Alexander
camina por el mercado del pueblo y se acerca al puesto de pescado de
Edelmira, quien lo atiende. Cuando Camila aparece, el hombre se
asombra con la belleza de la muchacha.
Ruth
se atormenta al recordar los besos de Bruno, al que maldice donde
quiera que se encuentre. Maldice a todos los hombres y jura que
destruirá a Maite y Jose Maria. Apolonia la interrumpe y le pregunta
que sucede. Se sorprende al saber que Lisandro es amante de Tamara
pero consuela a su hija haciéndole saber que Jose Maria ya sabe que
él y Maite son hermanos.
Francisco
ve llegar a Jose Maria y le pide que hablen. Jose Maria se niega pero
el capataz le dice que es sumamente importante. Le cuenta que entre
las tierras que se incendiaron, encontraron el cadáver de un niño,
el cuál, segundas autoridades, murió hace más de 25 años.
Alexander
hace amistad con Camila, a quien no deja de mencionar que es muy
bonita. Ella le pide que no le diga esas cosas y él accede a
esperar, asegurándole estar interesado en ella. Repentinamente se
encuentran cara a cara con Macario, quien le pregunta a la muchacha
si lo extrañó. Ella sale huyendo del lugar y entonces el malhechor
se presenta con Alexander, como el único hombre en la vida de la
muchacha, por lo que le exige que se aleje de ella. Edelmira
interviene y abofetea a Macario, asegurándole que lo enviará a la
cárcel, pero Macario no hace más que burlarse de ella, asegurando
que Camila es una cualquiera igual que su madre. Alexander entonces
se abalanza contra el hombre y entre los dos se parten la cara.
Jose
Maria llora en su soledad, pues nuevamente una tragedia le impide
amar. Es consolado por Porfiria, quien le pide que sea fuerte y se
olvide de esa venganza que le prometió a su madre. Él asegura que
haber llegado a Boca del Diablo sólo le ha servido para descubrir
tantos secretos que sus padres le ocultaron siempre y que lo peor de
todo es que él desea permanecer ahí. Cuando le cuenta al ama de
llaves sobre los lazos que lo unen a Maite, la mujer se sorprende y
se persigna, asegurando que eso seguramente es una infamia inventada
por Apolonia y Ruth.
Angélica
busca a Francisco, al que le pide que vuelvan a hacer el amor. El la
rechaza y ella entonces le pide que deje de pensar en Ruth, pues ella
jamás pondrá los ojos en él. Es entonces que Francisco se arma de
Valor y acude a la hacienda de Ruth, donde le exige que hablen. La
besa por la fuerza y ella lo abofetea con su fuete, asegurándole que
es una bestia. Es entonces que él le dice que la ama verdaderamente,
y que ese beso se lo dio porque después de muchos años ya no pudo
aguantarse las ganas. Ruth lo corre de su hacienda y le asegura que
ella jamás tendría ojos para un muerto de hambre como él.
Camila
acompaña a Alexander hasta Boca del Diablo, donde lo cura, junto con
Porfiria, de los golpes. Son sorprendidos por Tamara, quien pregunta
qué hace esa zarrapastrosa en la hacienda. La corre pero Alexander
defiende a la muchacha y le pide a Tamara que sea ella la que se
retire. Alexander pregunta por Jose Maria y Porfiria le dice que se
encuentra muy mal, pues tras la muerte de su primo y la pérdida de
la cosecha, para colmo, se ha enterado que Maite, su amada, no es más
que su media hermana.
Maite
trata de hablar con Jose Maria pero él se niega a hacerlo. Ella nota
que está triste. Es sorprendida por Tamara, quien le pregunta si no
sabe que lo que tiene Jose Maria es que se ha enterado de que ellos
dos son hermanos. Maite no cree en las palabras de Tamara y exige a
Jose Maria que hablen y él le diga que sucede. El hombre se lo
confirma: Son hermanos, y no pueden amarse, por lo que Maite también
sufre, llenando de alegría a Tamara, quien no deja de consolar a su
primo, quien, en un momento de debilidad, hace el amor con ella.
En
la cantina de Rufino, Macario luce golpeado pero al emborracharse
confiesa que él y Apolonia Elizalde se encargaron de provocar el
incendio que causó las perdidas de las siembras de Boca del Diablo.
Rufino presta demasiada atención a lo que el hombre dice y más
tarde se lo cuenta a Edelmira, quien cree que si se unen con Jose
Maria Peñalver, pueden hundir a Macario en la cárcel.
Tempranamente
Camila visita la iglesia y el padre Artemio se alegra de verla.
Camila le cuenta lo que Macario le ha hecho y cómo eso le impide
volver a ver a Francisco, al que ha decidido olvidar. Artemio le hace
ver a la muchacha que lo que le ha sucedido no le impide amar a nadie
y que ella misma debe darse una oportunidad.
Jose
Maria cabalga por sus tierras y solo piensa en Diana y Maite,
atormentándose. Decide darse un baño en el manantial, desnudo, para
olvidarse un poco de todo lo ocurrido recientemente.
Macario
contempla en su cama una fotografía de Ruth, la cuál besa
apasionadamente, anhelando tener un día una mujer como ella, así de
dura, imponente y decidida.
Maite
se siente confundida. No desea regresar a casa pero tampoco
permanecer en Boca del Diablo. Camina hasta el manantial y decide
bañarse en él, desnuda. Se lleva una sorpresa al encontrarse frente
a frente con Jose Maria, quien trata de huir de ella mas lo detiene y
le dice que por mas que le da vueltas al asunto, ella no pude creer
que sean hermanos, ya que Regina es mayor y Apolonia estuvo casada
con Lisandro durante muchos años, por lo que todo debe ser una
intriga para separarlos. Jose Maria aun así se siente confundido.
Ella se le acerca y lo besa, apasionadamente. Él le corresponde y
allí, a orillas de la laguna, los dos, desnudos, hacen el amor.
Lisandro
visita La Consentida y allí discute con Apolonia, quien lo culpa de
la mala educación de sus hijas. Sin embargo Ruth los culpa a ellos
de su infelicidad y cachetea a su padre por ser el amante de Tamara,
la prima de Jose Maria.
Tamara
no deja de pensar en el momento de amor que vivió al lado de Jose
Maria, por lo que, emocionada, al saberlo hermano de Maite, comienza
a planear su boda con él. Vivian, quien no comprende su felicidad
repentina, teme a que su hija esté perdiendo la razón y que eso le
cause problemas. Dolores asegura que, al contrario, Tamara algo se
trae entre manos.
Maite
le cuenta al padre Artemio la infamia inventada por Apolonia, quien
pareciera que jamás la dejará ser feliz. Artemio felicita a la
muchacha por no ceder a ser víctima de las calumnias y le aconseja
que luche por el amor, a pesar de todos y a pesar del mundo. Es
entonces, con las palabras del sacerdote, que Maite descubre que ella
y Jose Maria no son hermanos ¡por lo que puede casarse con él!
Corre al mercado a contárselo a Camila y Edelmira, quienes la
felicitan. Edelmira ahora se pregunta quien será la hija de
Apolonia, pues ella no puede ser tan perversa para haber querido
casar a Ruth y Jose Maria sabiendo que son hermanos.
Tamara
se presenta en la casa de Lisandro, al que le dice que sus amoríos
terminarán, pero que aun así, ahora más que nunca él le debe dar
el dinero que ella necesita. Él, cansado de los chantajes, la toma
del cuello y comienza a asfixiarla pero son sorprendidos por Ruth,
quien pregunta qué es lo que está sucediendo. Tamara asegura a
Lisandro que se arrepentirá por lo que ha tratado de hacer y sale
asustada del lugar, mientras que Ruth pregunta a su padre si en
verdad estaba asesinando a Tamara. Nervioso, Lisandro decide salir de
casa, dejando sola a su hija.
Alexander
visita a Camila, a la que invita a comer. Los dos pasan tiempo juntos
y entonces él trata de besarla pero ella lo rechaza y le pide que le
de tiempo. Son vistos por Francisco y, al darse cuenta de ello,
Camila besa a Alexander.
Tamara
encuentra a Maite en la hacienda y le pregunta cuando se marchará.
Maite le dice que ella y Jose Maria no son hermanos, que lo ha
comprobado, y que se casarán. Entonces Tamara, burlonamente le dice
que lamenta confesarle que ella, Tamara, y Jose Maria, han tenido
relaciones sexuales, por lo que seguramente él no está tan
enamorado de una pobre monja mojigata, que no es más que la hija de
una amargada y un asesino ¡Siii! ¡Tamara le dice a Maite que
Lisandro, su padre, asesinó a Nora, su amante! Por lo que Maite sale
corriendo de la hacienda y en el camino sufre un accidente, nada mas
ni nada menos que por parte de Ruth, quien accidentalmente la
atropella, por lo que la lleva de inmediato a un hospital. Ruth llama
por teléfono a sus padres, a quienes les cuenta lo sucedido. Llegan
y el doctor les dice que el estado de Maite es crítico.
Tamara
se siente feliz por sus villanías y es sorprendida por Alexander,
quien le dice que Maite y Jose Maria no son hermanos, La perversa
mujer asegura saberlo y haberse encargado de solucionar lo que para
ella representaba un problema. Alexander le dice que Jose Maria jamás
tendrá ojos para ella pues es su prima y entonces ella le cuenta que
se las ha ingeniado para tener relaciones íntimas con el hombre. Al
escuchar semejante barbaridad, Vivian bofetea terriblemente a su hija
y le dice que es una vulgar perdida por lo que se avergüenza de ser
su madre. Le exige que prepare sus cosas porque en ese momento se van
de Boca del Diablo para regresar a la capital. Tamara se niega
rotundamente pero jalones de cabellos y bofetadas, Vivian la
obliga a hacer su maleta.
Ruth
informa a Jose Maria del accidente de Maite por lo que éste acude al
hospital, donde Apolonia le pide que hablen en privado. En la capilla
del lugar, la mujer le confiesa estar perdidamente enamorada de él y
ya no poder resistir más ese sentimiento que la consume día con
día. Lo besa apasionadamente y él la detiene exigiéndole que tenga
un poco de cordura pero la mujer insiste, así que él le corresponde
y comprende que la usará para vengarse única y exclusivamente de
ella.
Edelmira
se presenta en Boca del Diablo para hablar con Vivian, a quien le
dice que Maite y Jose Maria no pueden ser hermanos y que quizás
Apolonia miente, ya que durante mucho tiempo, aún embarazada, se fue
de San Martín de la costa y después volvió con dos niñas, justo
en el tiempo en que Maximiliano volvió a regresar al lugar y tuvo
amoríos con ella, Edelmira. También le cuenta sobre una tumba que
Maximiliano siempre visitaba en sus tierras. Porfiria reacciona y se
asusta, asegurándole a Vivian que en ese lugar encontraron el
cadáver de un niño.
Francisco
se entera de lo sucedido a Maite y decide ir al hospital. Tamara, que
se ha escapado de su madre, le pide que la lleve con él. En el
hospital se presenta ante Maite, a quien le desea que nunca más
vuelva a caminar. Lisandro la sorprende y le exige que se marche del
lugar. Lo hace, pero se percata de que alguien está en la capilla y
cual es su sorpresa que al entrar ve a Jose Maria besándose con
Apolonia, por lo que aplaude por la ridiculez y acusa a la mujer de
ser una hiena de lo peor, al meterse con el hombre que ha enloquecido
a sus hijas. No deja de insultarla, por lo que apolonia le exige que
calle y le da una fuerte cachetada, argumentando que sus hijas no son
lo suficientemente mujeres como ella, pues son inferiores… como él.
Ruth
se siente terriblemente mal por lo sucedido a su hermana. Francisco
trata de consolarla y ella le pide que la deje en paz pues jamás
tendrá ojos para él, por lo que el muchacho se marcha a la cantina
a emborracharse, llorando amargamente por ese amor que siente por un
imposible. Rufino le aconseja que se fije en alguien de su clase,
como Camila o Angélica, pero Francisco es necio y asegura que en el
corazón no se manda.
Vivian
se da cuenta de que su hija ha escapado. Llora amargamente por el
sufrimiento de Tamara, quien jamás será correspondida por su primo.
Porfiria da ánimos a la mujer, a quien asegura que Tamara es lo
suficientemente mayor para darse cuenta de sus actos.
Tamara
se siente terriblemente mal, pues Jose Maria las ha preferido siempre
a todas, incluso a su peor enemiga, antes que a ella. Jura que si el
hombre no es suyo, no será de nadie. Lisandro no hace más que
burlarse de ella, quien lo abofetea y le asegura que sus hijas están
al tanto del crimen que cometió. Se marcha y Lisandro jura que la
matará.
Apolonia
le pide a Jose Maria que mantengan en secreto un romance pues no
desea dañar a sus hijas. Él entonces le exige que le diga si Maite
es su hermana o no. La mujer insiste en que sí son hermanos.
Vivian
le cuenta a Alexander el hallazgo del niño que encontraron
enterrado. Él asegura estar al tanto de las investigaciones y que al
cuerpo le harán pruebas de ADN para saber quién era o de quién fue
hijo. Vivian teme que sea un hijo de Maximiliano. Alguien a quien
ocultó durante mucho tiempo.
Camila
visita a Maite pero Ruth la corre argumentando que ellas no pueden
ser amigas pues son enemigas. Camila insiste y habla con Maite, a
quien le dice que debe luchar por su vida puesto que Jose Maria la
ama y ambos deben casarse.
Jose
Maria se siente confundido por el beso que le dio a Apolonia. Asegura
que solamente la utilizará para descubrir sus negocios turbios y
desenmascararla.
Apolonia
visita la iglesia y a la salida se lleva una terrible sorpresa al
encontrarse frente a frente con un extraño hombre llamado Esteban,
quien le dice que ha vuelto a San Martín de la costa y deben hablar
seriamente, pues necesita ver a sus hijas. Apolonia se niega
rotundamente asegurando que para Ruth y Maite él está muerto, por
lo que debe resignarse a no volverlas a ver jamás. Él la amenaza,
asegurándole que si ella no logra que él recupere a sus hijas,
entonces la delatará, pues en el pasado cometió fechorías y hoy en
día es una terrible narcotraficante.
Una
fuerte tormenta azota a San Martín de la costa. Edelmira y Rufino se
sienten preocupados por Camila, quien regresa a casa y les cuenta
sobre el accidente de Maite. Rufino les dice que Francisco le ha
contado del cadáver que se encontró en los sembradíos. Edelmira se
estremece y Rufino le pregunta qué es lo que le sucede. Ella no dice
nada, pero sabe que ese cadáver es una prueba muy grande que a ella
le da una esperanza.
Jose
Maria llega a su habitación, empapado, por lo que se desnuda para
secarse. Se asusta al darse cuenta de que alguien se encuentra ahí.
Es Tamara, quien le apunta con un arma de fuego e intenta dispararle
mas él trata de defenderse por lo que ambos forcejean. El arma se
dispara pero ninguno de los dos resulta lesionado. Es él quien le
arrebata el arma. Todos en la hacienda acuden a ver que ha sucedido y
Jose Maria les cuenta. Tamara, por su parte, no deja de llorar como
una niña. Vivian llora junto con su hija y le pide que se marchen.
La mujer insiste en que desea quedarse porque no puede volver a la
ciudad. Entonces Jose Maria le pide que, si su deseo es permanecer en
San Martín de la costa, busque donde alojarse porque él no desea
verla más en su casa.
Francisco,
desnudo, llora amargamente por el rechazo de Ruth. Angélica
aprovecha la situación para meterse en su cama y fornicar con él.
Ambos se pierden en el placer, pues el ve en Angélica la imagen de
la mujer a la que ama.
Macario
sorprende a Camila en la calle y nuevamente trata de besarla. Esta
forcejea con él mas aparece Jose Maria y la defiende, poniendo en su
lugar a Macario, a quien advierte que si no se marcha del pueblo,
hará que lo desaparezcan. Rufino saca un arma y hiere levemente a
Jose Maria, a quien Camila lleva a casa para que lo curen. Allí,
Edelmira le dice que el cadáver del niño que encontraron, es el
cadáver del hijo varón que Maximiliano perdió.
Maite
no deja de pensar en Jose Maria y se pregunta porqué no ha ido a
verla. No desea hablar con nadie más que con él. Lisandro le pide a
su hija que se calme y ella le pregunta si es verdad Nora era su
amante y que él la asesinó. Lisandro asegura que esa es una mentira
de Tamara.
Tamara
esculca en el despacho de Jose Maria y obtiene unos documentos, con
los cuales se escapa.
DICIEMBRE
2010. En
la ciudad de México, Bruno desayuna con una hermosa mujer llamada
Paula, quien le dice que deben hacer un viaje para que él olvide la
trágica muerte de Náilea, quien murió dando a luz a un niño que
también murió. Bruno recuerda las caricias de Regina y decide que
es tiempo de irla a buscar y recuperarla, por lo que acepta ir a San
Martín de la costa.
Revisando
documentos de Apolonia, Macario descubre que Camila es hija de
Lisandro Montalvo ¡el ex marido de la malvada Apolonia! Considera
que tiene a la mujer en sus manos.
Jose
Maria visita a Maite en el hospital. Ella se aferra a él y le
asegura amarlo demasiado. Él la besa y e asegura que también la
ama, por lo que ella le pregunta si es verdad que ha estado en los
brazos de Tamara. Él asegura que todo fue un error y que ahora
Tamara ya no vive más en Boca del Diablo. Cuando la muchacha le dice
que se pueden casar, Jose María le dice que tiene algo importante
que decirle, pero no logra hacerlo, pues Edelmira y Camila
interrumpen para consentir a Maite.
Tamara
se presenta ante Apolonia, quien la corre de su hacienda. Tamara
insiste en que tienen que hablar y le confiesa tener en su poder las
escrituras de las tierras que ella desea comprar, por lo que pueden
hacer un tratado.
Ruth
se pasea en el campo y llora amargamente a la sombra de un árbol.
Una mano le da un pañuelo para secar sus lágrimas: es Francisco,
quien le dice que si ella le diera una oportunidad, él la haría
olvidar el pasado. Ambos se besan fuertemente y en Regina renace el
ardor del amor.
Alexander
se da cuenta de que faltan documentos y se lo hace saber a Jose
Maria, quien cree que Tamara tuvo que ver en el robo para hacer
negociaciones con Amapola. Jose Maria enfurece pues cree que ahora
su enemiga lo tiene en sus manos.
Paula
y Bruno llegan al pueblo y de inmediato acuden a La Consentida, cosa
que intriga a Bruno, quien se estremece al saber que la dueña del
lugar es una tía lejana de su amiga. Apolonia se impacta al ver a
Bruno en su casa y lo abofetea por lo que le hizo a su hija. Él
asegura que ha cambiado y que tiene una explicación.
Esteban
se encuentra con Lisandro, con quien habla acerca de su familia. Son
interrumpidos por Tamara, quien le pide a Lisandro que hablen pues
está metida en aprietos y solamente él puede ayudarla. El hombre se
niega a hacerlo pero Tamara lo seduce con sus encantos y le pide que
la deje vivir con él. Él se niega rotundamente y le exige que jamás
lo vuelva a buscar pues no le perdonará el que les haya dicho a sus
hijas la verdad, pues él tuvo que inventar mentiras. Tamara se
marcha enfurecida y se sorprende al ver a Ruth besándose con
Francisco.
Apolonia
busca a Jose Maria, a quien asegura estar necesitada de sus caricias.
Ambos se encuentran en el campo, donde hacen el amor. Ella le asegura
que ahora que están juntos, ella no quiere más sus tierras, pues es
capaz de entregarle a él absolutamente todo.
Tamara
se encuentra con Bruno y se impacta al verlo en el pueblo. Le
pregunta por Náilea y el le cuenta la tragedia. Tamara entonces le
asegura que ya que ha enviudado, ambos pueden ser grandes amigos. Él
le pregunta si conoce a Regina y Tamara asegura que Ruth tiene
amoríos con un muerto de hambre.
Angélica
se siente mal y presiente estar embarazada y si es así ese hijo es
de Francisco. Llora amargamente pues sabe que él jamás le
corresponderá. Menos aún cuando francisco llega feliz a la hacienda
y le cuenta a Porfiria que Regina Montalvo ha decidido ser su novia.
En ese momento Angélica toma una porción y decide arrancarse por
completo la vida. Es precisamente Porfiria quien la descubre y se
alarma ante la muerte de la muchacha.
Jose
Maria se topa con Tamara, a quien exige que le devuelva los
documentos que se robó. Tamara le recuerda que juró vengarse y le
hace saber que esos documentos ya están en manos de Apolonia
Elizalde
Maite
es dada de alta por lo que Apolonia la festeja en un restaurante,
acompañada de Lisandro, Paula y Bruno. Ruth llega y se impacta al
ver a Bruno, quien le pide que hablen. Ella solo lo abofetea y le
exige que se largue del pueblo lo antes posible puesto que ella es
capaz de mandarlo a matar. Apolonia exige a su hija que se comporte
pues la gente los observa pero a Ruth eso no le importa. Se porta
exageradamente grosera por lo que Apolonia la abofetea y le ordena
que se porte como una mujer decente. Ruth se revela contra su madre,
a la que asegura que las mujeres decentes no casan a sus hijas por
ambición, ni se roban las propiedades de otros para poder realizar
sus negocios sucios. Apolonia nuevamente intenta bofetear a su hija
pero Ruth le sujeta la mano y le asegura que en la vida le volverá a
tocar un solo pelo. La mujer se marcha y en su caballo busca a
Francisco, al que se aferra y pide que se la lleve lejos. Francisco
le cuenta sobre la muerte de Angélica.
Jose
Maria lamenta la muerte de Angélica y Alexander se lo comunica a
Camila, quien cree que Francisco debe pasar por momentos terribles, y
así es, pues Francisco se entera de que Angélica estaba embarazada
y él está seguro de que ese hijo era suyo.
Apolonia
se siente terriblemente avergonzada pues sus secretos han sido
ventilados en la vía pública. Macario le pregunta si Lisandro sabe
que Camila es su hija. La mujer se asombra al saber que Macario sabe
ese secreto.
Esteban
se acerca a Maite, a quien asegura puede ser su amigo. A Maite le
agrada el hombre, quien le pide que entablen una amistad.
Ruth
se encuentra con Jose Maria en el funeral de Angélica. Allí le pide
perdón por haber intentado arruinarle la existencia con tal
acrecentar la ambición de Apolonia. Jose Maria le pide a Ruth que lo
ayude a recuperar sus documentos y ella se lo promete. Son
interrumpidos por Maite, quien abraza a Jose Maria, el cuál se
alegra de que ella esté recuperada. Se besan fuertemente y entonces
él le dice que tiene algo muy importante que confesarle. Maite no lo
deja confesarle nada, asegurándole que siempre lo amará con todo y
sus errores y defectos.
Macario
molesta a Camila en la pescadería, ella lo corre pero no se marcha
por lo que Edelmira lo descubre y con un cuchillo lo amenaza. Macario
entonces decide irse pero suelta ponzoña: le aconseja a Camila que
le pregunte a Edelmira quién es su verdadero padre, el cuál está
muy cerca de ella. Camila se sorprende y le pide a su madre que le
diga qué es lo que Macario le quiso decir. Edelmira calla y se
marcha, haciéndose la enojada.
Maite
le cuenta a Apolonia sobre Esteban y la mujer se alarma y le dice a
su hija que Esteban es un hombre perverso que les puede hacer mucho
daño. Maite asegura creer que el hombre es bueno, como un padre
protector, por lo que Apolonia busca al hombre y lo bofetea
exigiéndole que no se vuelva a acercar a su hija o lo pagará.
Esteban le pregunta si también lo asesinará a él, como al hombre
que asesinó hace tantos años.
Vivian
le pide a su hija que se marchen lejos pero la muchacha no quiere. La
mujer insiste demasiado. Tamara asegura que jamás podrá volver a la
capital y, nerviosa, confiesa sus crímenes, estremeciendo a su
madre, quien la abofetea asegurándole ser la peor mujer que ha
conocido, arrepintiéndose de haberle dado la vida, y entonces
Tamara, forcejeando, la arroja de unas escaleras, arrancándole la
vida ¡a su propia madre!
Apolonia
descubre que muchos cheques firmados le faltan y que han sido
cobrados. Sospecha de Macario, a quien le exige que le diga la
verdad. Él se descara y acepta haberlos tomado y tenerla en sus
manos pues tiene en sus manos los documentos que comprueban que
Lisandro es el padre de Camila. Perfecta lo acusa por ser un cerdo y
lo corre de su hacienda. El se niega a irse y le asegura que si
intenta hacer algo en su contra, la delatará ante las autoridades,
pues sabe de sobra que tiene vínculos con uno de los
narcotraficantes más buscados. Al marcharse el hombre, Apolonia lo
maldice y jura que se las pagará. Es interrumpida por Tamara, quien
le pide ayuda. Apolonia asegura no tener tiempo para estupideces y
cuando escucha que Tamara ha matado a su propia madre, le dice que la
ayudará sólo si ella la ayuda a deshacerse de Macario. Ambas se dan
la mano y sonríen perversamente.
Camila
busca a Macario, a quien le pide que le diga qué es lo que le quiso
decir en la pescadería. El hombre le dice que su padre siempre ha
estad cerca y que no es nada mas ni nada menos que el gran señor
Lisandro Montalvo. Camila se sorprende al saberlo y no quiere
creerlo, sin embargo Macario la reta a que se lo pregunte a Edelmira.
Jose
Maria se entera de que el cadáver que encontraron era el de un niño
que fue hijo de Maximiliano Peñalver. Se pregunta entonces quien
pudo ser la madre y busca a su tía Vivian para preguntarle. Porfiria
le dice que Vivian se marchó de la hacienda sin decir nada. Entonces
Jose Maria se comunica con Belisario al que pregunta si está
enterado del paradero de su tía. Belisario tampoco sabe
absolutamente nada.
Apolonia
y Tamara hunden el cuerpo de Vivian en una laguna cercana. Más tarde
Apolonia reza para que sus hijas jamás sepan la verdad de sus
orígenes, ni quién es en realidad su verdadero padre.
Francisco
se siente extraño por la muerte de Angélica. Ruth le pide que sea
fuerte. Ambos montan por todo el campo y se bañan en el manantial,
donde por fin se entregan su amor.
Jose
Maria se encuentra con Apolonia en La Consentida, donde ella le
asegura no tener los documentos que él busca. La mujer se comporta
seductora, por lo que, sedienta de placer, se abalanza contra el
hombre y lo besa apasionadamente, despojándolo de sus ropas. Son
descubiertos por Maite, quien sale corriendo del lugar. Jose Maria
trata de salir detrás de ella pero Apolonia lo detiene, asegurándole
que es mejor que la muchacha se haya enterado pues ahora si, ellos
dos pueden tener un romance libremente.
Esteban
se vuelve a cruzar con Maite, quien llora a las puertas de la iglesia
y le cuenta lo que le ha sucedido. Esteban asegura que desde siempre
Apolonia Elizalde ha sido una mujer perversa.
Jose
Maria no deja de pensar en Maite y se siente terriblemente
arrepentido del dolor que le ha causado. También se pregunta en
donde estará su tía Vivian y quien será la madre del hijo de su
padre. Acude a la cantina, en donde se emborracha y se topa con
Bruno, quien le cuenta que en la ciudad de México la policía busca
a Tamara por haber cometido un asesinato, ya que mató al empresario
Walter Iberogoytia. Jose Maria se sorprende y entonces considera que
Tamara igualmente pudo haber estado involucrada en la muerte de
Diana. Sale de la cantina y la busca para exigirle que le diga la
verdad. Tamara, enloquecida de rabia, celos y amor, se desenmascara y
confiesa que en efecto ella mató a Diana, así como mató a Walter y
también a Vivian, por interponerse en sus planes, en su camino. Jose
Maria maldice a su prima, quien le jura que a pesar de todo lo sigue
amando.
Lisandro
pide a Apolonia que lo ayude económicamente. Ella le pide que a
cambio la ayude a quitarse una piedra del zapato: Tamara, la cuál
puede ser un estorbo en su vida, a la larga.
Unos
muchachos nadan en la laguna y se asustan al encontrar un cuerpo
muerto, envuelto en sabanas, por lo que deciden dar parte a las
autoridades.
Rufino
busca entre cosas de su pasado algo que aclare la verdad. Es
amenazado por Macario, quien le asegura que si abre la boca puede
morir, por lo que Rufino entrega a Camila una carta que deberá abrir
solo en caso de que a él le ocurra algo.
Esteban
visita a José María, quien le confiesa que está cumpliendo con una
venganza que para él es como un mandato, contra Apolonia Elizalde.
Esteban le asegura al hombre que tanto Ruth como Maite son inocentes
de lo que Apolonia haya hecho.
Lisandro
se entera de que Rufino ha entregado una carta a Camila, por lo que
se las ingenia para robársela a la muchacha y quemarla, calcinando
así toda prueba que lo comprometa.
Ruth
y Tamara se encuentran frente a frente y, tras agredirse, Tamara le
dice a Ruth que el hijo que espera es de Lisandro, su padre. Ruth no
puede creerlo y le suelta tremenda cachetada.
Lisandro
se niega a hacerse responsable del hijo que Tamara espera por lo que
le recomienda abortar para no desgraciarse la vida.
Esteban
visita a Apolonia y lr pide nuevamente que hablen del pasado pero la
mujer se niega a decirle la verdad. Maite aparece ante los dos y les
exige que le digan la verdad pues está harta de tantos secretos.
Gracias
a Alexander, Lisandro se entera de que Camila es su hija. Se siente
terriblemente mal y busca a la muchacha para pedirle perdón. Ella lo
hace, sin embargo no desea tener ningún vínculo con él. Edelmira
asegura que Apolonia siempre supo la verdad. Alexander pide a Camila
que acepte ser su novia. Ella acepta.
Bruno
se encuentra con Ruth, a la que le pide que hablen. Ella finalmente
accede y le asegura no guardarle ya ningún rencor, pues ha vuelto a
la vida gracias a un hombre maravilloso del cuál está enamorada.
Bruno le pide perdón por el daño que le hizo hace tiempo y le
confiesa que estuvo casado y que por ello se tuvo que ir, sin tener
cara para volver a buscarla cuando su esposa falleció. Ruth lamenta
lo que le sucedió y le estrecha la mano para entonces pedirle que
nunca más le vuelva a dirigir la palabra, pues a ella le hace mal
verlo ya que él significa un fracaso en su vida.
Edelmira
habla con Camila, a quien le explica lo que fue su pasado y porqué
ocultó quien era su padre. Camila perdona a su madre y ambas se
abraza, seguras de que de ahora en adelante la vida les sonreirá.
Tamara
se encuentra con Macario, quien le dice estar a punto de extorsionar
a Apolonia. Ella le pide que la invite al lugar en que se oculta y él
la lleva. Ella se desnuda, portándose cariñosa y asegurándole
haber estado siempre atraída a él, desde que lo vio por primera
vez. El hombre la besa y se la lleva a su cama, donde ambos fornican
como bestias. Ella asegura que el hombre es un rey como amante pero
que lamentablemente lo suyo ya no puede ser.
Maite
lleva a Camila a su casa y allí Apolonia las sorprende y corre a la
muchacha. Mireya la defiende asegurando que son hermanas aunque no
sean hijas del mismo padre. Aun así, Apolonia corre a la vendedora
de pescado de su casa, con insultos y llamándola bastarda.
Ruth
se desahoga con Francisco, quien la besa y le asegura que todo estará
bien y que ya no hay nada por lo que deban preocuparse. Ella hace un
recuento del tiempo en que fue dura e insensible y de cómo él la
cambió para bien.
Maite
habla con José María, quien cree que ahora que las verdades están
al descubierto ellos deben decidir sus vidas. Él desea regresar a
casa pero ella no desea abandonar a su gente.
Macario
cree que tiene a Tamara en sus manos, sin sospechar que ella lo único
que desea es silenciarlo. Saca de su bolsa una pistola y le pega tres
tiros, dejándolo muerto en la cama y saliendo de inmediato del
lugar, sin que nadie la vea y acude a Apolonia, a quien dice que se
marchará de San Martín de la costa cuando haya separado a José
María y Maite definitivamente. Apolonia le recomienda u se marche en
seguida o de lo contrario la detendrán en cualquier momento pero la
muchacha se resiste.
Nadie
logra encontrar a Tamara, por lo que se teme que en realidad la hayan
desaparecido definitivamente o haya huido lejos, ocultándose de sus
crímenes.
José
María da aviso a las autoridades del paradero de Tamara, a quien
Apolonia pide que vaya a casa de Lisandro y se oculte ahí. Acude a
la casa pero no encuentra a nadie, por lo que husmea a sus anchas. Es
sorprendida por Lisandro, quien la toma de los cabellos y la azota
contra la pared, asegurándole que esta vez la eliminará. Ella le
suplica al hombre que no le haga daño pero él no hace más que
golpearla y amarrarla. La viola cruelmente amenazándola con un arma
de fuego en la cabeza. Tamara llora desesperadamente pues siente
pavor de lo que pueda suceder. Él la hecha a la calle.
José
María sufre por la pérdida de toda su familia, pues ahora se
encuentra solo completamente. Llora la muerte de su madre y de su
tía. Le informan que el cadáver del niño encontrado tiene el ADN
de Maximiliano y de Apolonia Elizalde. ¡No lo puede creer!
Tras
decirles la verdad a sus hijas, Apolonia es rechazada por éstas,
quienes de inmediato abandonan su hacienda. Ella les suplica que la
entiendan y la perdonen. Justo cuando van a salir, aparece José
María, quien el dice a Apolonia estar enterado de que ella y
Maximiliano tuvieron relaciones y que es por ello que el hombre hizo
un infierno la vida de Augusta. Apolonia se sincera y escupe cuanto
odio siempre a su rival. Ante el dolor de José María, Maite decide
perdonarlo. Él la lleva a su hacienda, donde ambos se entregan.
Paula
conseja a Bruno que ahora que ha pedido perdón a Ruth rehaga su vida
lejos, donde encuentre la paz que busca. Él le pide que estén
juntos y ella lo acepta. Se besan fuertemente.
Edelmira
descubre el cuerpo de Macario y lo hace saber a la policía. Insisten
en buscar a Tamara, a la que culpan de todo.
La
policía registra en casa de Lisandro en busca de Tamara pero no
logran encontrarla. Temen a que haya escapado de San martín de la
costa. Logran detenerla y la condenan a muchos años en prisión.
Apolonia
se alegra de la desgracia de Tamara, quien la amenaza tras las rejas
asegurándole que a ella también la descubrirán algún día.
Amapola no teme a las amenazas de su cómplice.
Lisandro
siente grandes remordimientos y culpas, pues supo que a las que
siempre amó no son sus hijas y Camila, a quien siempre despreció,
lo es, por lo que decide quitarse la vida. Es la propia Camila quien
lo detiene y le asegura que lo perdona de corazón y dejará que él
se acerque a ella solo si confiesa lo que sabe y hunde a Apolonia
Elizalde. El hombre abraza a su hija, la cual termina por llorar y
aferrarse a él.
La
policía interroga a Apolonia, quien teme a que la descubran sobre
todo cuando se entera de que Lisandro está dispuesto a declarar.
Cree que debe eliminarlo antes de que él abra la boca.
Lisandro
se entrega a la policía confesando sus fechorías, así como las de
Macario y Apolonia, a quien ponen sobre aviso y decide escapar del
pueblo para no ser detenida. Tras una persecución policiaca, es
detenida y procesada. La condenan a muchos años de prisión, donde
la mujer se arranca la vida.
Ruth
y Maite liman asperezas y se reconcilian con Esteban, quien asegura
que las quiere desde el momento en que las tuvo, aunque Apolonia haya
huido muy lejos y se las haya arrebatado. Los tres creen que pueden
empezar una nueva vida juntos. Él les pide que hablen con Apolonia y
la perdonen pues después de todo es su madre.
Francisco
confiesa a Camila no creer en las palabras de Ruth, quien jura
amarlo, si embrago Camila le asegura que, cuando uno ama, debe creer
en la pareja incondicionalmente. Le da la noticia de que ahora ha
empezado un romance con Alexander.
José
María visita a Tamara en la cárcel y la culpa por todo el daño que
le ha causado, desde que asesinó a Diana. Ella asegura que todo lo
ha hecho por amor, por estar con él, aunque siempre la rechazara. El
hombre le deja claro que jamás tendría ojos para poner su amor en
un ser tan despreciable como lo es ella. Se marcha y Tamara llora
inconsolablemente, arruinada. Es maltratada por otras reclusas.
Lisandro
es condenado y Camila y Edelmira lo visitan asegurándole que cuando
salga podrá rehacer su vida. Maite y Ruth también lo visitan,
asegurándole que siempre lo amarán como un padre. Ruth y Camila
hacen las paces.
La
policía acude a la hacienda de Apolonia para arrestarla por las
acusaciones en su contra. Ella accede a acompañarlos mas pide un
momento para arreglarse. Se le concede tiempo y ella, al darse cuenta
de que su propiedad está rodeada, se toma unos tranquilizantes y se
acuesta sobre su cama sin sospechar que sus hijas se dirigen al
lugar, sorprendidas de ver la hacienda rodeada de policías.
José
María se alegra al saber que Apolonia ha sido descubierta gracias a
las declaraciones de Lisandro. Cree que por fin se ha hecho justicia.
Bruno
decide hacer un viaje a Europa acompañado de Paula, con quien ha
decidido rehacer su vida definitivamente. Los dos abandonan el país
llenos de ilusiones y esperanzas.
Ruth
y Maite se sorprenden al encontrar a su madre muerta. Lloran la
pérdida y se aferran a su cuerpo. La policía lamenta no haber
podido arrestar a la mujer para que pagara sus crímenes.
Camila
visita a su padre en la cárcel y le cuenta lo sucedido. Él llora
amargamente mas reconoce que Apolonia siempre fue inteligente y que
prefirió morir antes de verse derrumbada.
José
María deja la hacienda seguro de que su venganza ya no tiene sentido
y que todo ha terminado. Habla con Maite asegurándole que deben
terminar puesto que él ya no puede seguir en San Martín de la
Costa. Regresa a la ciudad de México, donde siente una enorme
soledad.
Ruth
toma las riendas de la hacienda de Apolonia, haciendo cambios y
siendo menos dura con los trabajadores. Francisco cree que él ahora
es muy poca cosa para ella pero la joven mujer le asegura que
necesita de él para que la ayude a hacer crecer sus tierras. Le pide
matrimonio. Él duda, pues se siente demasiado inferior.
Maite
llora ante Edelmira y Camila, a quienes les dice que ya no puede
vivir sin José María. Ellas le recomiendan que lo vaya a buscar a
la capital y le demuestre estar dispuesta a todo por él.
Francisco,
tras pensarlo demasiado, pide a Ruth que se casen. Lo hacen y ella
toma las riendas de Boca del Diablo a su lado, dejando el pasado
atrás.
Maite
busca a José María en la capital. Él, lleno de emoción, la
abraza.
Ruth
visita a Tamara en la cárcel y le dice que José María y Tamara se
casarán y serán completamente felices. Desesperada, Tamara se las
ingenia para escapar de prisión, dispuesta a todo.
José
María y Mayte llegan al altar para casarse. Aparece Tamara para
impedir la boda, apuntándoles. José María le suplica que se
entregue y entre en razón. La mujer, llena de locura, se prende
fuego delante de todos, en plena iglesia, asegurando que prefiere
arder en el infierno que resignarse a perderlo.
Fin
©
DUEÑO Y SEÑOR DR. 2010
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(R)
& (P) 2010